Durante sus ochenta años de existencia, el Museo Colonial ha pasado de ser un lugar dedicado al elogio de la Colonia a un espacio de reflexión e investigación. Así, en contraste con el espíritu apologético de los primeros momentos de la institución —en los que se reivindicó un periodo imaginado por las élites bogotanas a partir de ideales hispánicos, católicos y masculinos—, hoy prima el interés por generar conocimiento y reflexionar críticamente sobre el periodo colonial y sus repercusiones en el contexto actual y en los tiempos por venir.
El diálogo con el arte contemporáneo, caracterizado por sus reinterpretaciones de la tradición y de la historia del arte, ha sido fundamental en este proceso. Esta exposición busca dar continuidad a estos encuentros entre lo colonial y lo contemporáneo, reconociendo confluencias entre la colección del Museo y el trabajo de artistas que han plasmado en sus obras inquietudes sobre temas como el colonialismo, el racismo y la exclusión de ciertos sectores de la sociedad; los modelos imperantes de masculinidad, feminidad y familia; la importancia que aún sigue teniendo el cristianismo; la glorificación de la violencia y la dependencia de una economía extractiva que amenaza el equilibrio de los ecosistemas.
Si bien no es posible afirmar categóricamente que estas cuestiones sean solo herencias coloniales o marcas imborrables del régimen español, es importante reconocer su profundidad histórica y mostrar cómo, desde esta conversación, se hacen evidentes las continuidades, los cambios que ha vivido la sociedad colombiana y las transformaciones que aún están por desarrollarse.