Los inmortales, 2022
Póster de la video instalación/performance

Esta obra es sobre todo una contradicción entre el deseo estético del artista por mostrar lo sagrado de un peregrinaje que vivifica el mito de la pasión de Cristo y su apuesta decidida de pervertir ese ritual con otro: el de un hombre amarrándose hasta constituir la imagen invertida de una crucifixión.

El video y el performance que propone el artista transgreden el sentido sagrado de la música que interpreta la banda tradicional La Valerosa (Santa Cruz de Mompox). La canción Los inmortales es una pieza compuesta e interpretada por la agrupación durante las procesiones de Semana Santa justo en el acto de representación de la pasión de Cristo (la repetición, el momento ritualista que resignifica la conocida escena bíblica). La banda ha sido filmada mientras interpreta la clásica partitura en el Teatro Colonial de Mompox, una edificación abandonada que podría haber funcionado como locación para alguno de los filmes pasolinianos que encarnan la fuerza de la tradición y la belleza de lo arcaico. «Sacar de su contexto habitual la legendaria composición Los inmortales representó no solo darle visibilidad a la banda y a todo lo que representa (catolicismo, colonialismo, folclore latinoamericano, etc.), sino además reinterpretarla y ponerla en relación (con el riesgo estético que esto implica) con prácticas corporales y afectivas actuales» (Múnera).

La marcha fúnebre Los inmortales estremece por la profundidad de su música, encarna lo divino y lo mundano de los cuerpos finitos yéndose y de los espíritus que trascienden. El artista honra la memoria del legado pasoliniano, ese específico de las reflexiones filosóficas sobre la religión a las que el poeta dio magistralmente forma en sus escritos y en su cine; Los inmortales se convierte acá en el rito de filmar la Tierra de Dios (Mompox).