Del quehacer al mantequear, 2019
Instalación
190 x 100 x 100 cm

El colombianismo mantequear, entendido como la acción de desempeñar a regañadientes oficios domésticos, se usa de manera peyorativa, haciendo alusión a un ciclo repetitivo, agobiante y monótono, como una obligación que condena al hogar. Así, una acción trivial como el lavado de loza se vuelve imprescindible dentro de la funcionalidad de la cocina, y se convierte en una práctica discursiva de mantequear en todo su esplendor, ya que involucra factores como el agobio, la monotonía, la falta de tiempo y espacio, y la limpieza. La resignificación y apropiación popular de las palabras, hasta instaurarse en metonimias peyorativas a partir de ingredientes como la manteca, son connotaciones populares que hemos naturalizado en nuestro lenguaje cotidiano, a tal punto que pasamos por alto los significados e interpretaciones a las que pueden aludir. La lectura cautelosa de estos términos y sus interpretaciones deja en evidencia la cuestión del rol de género, su relación con los quehaceres y, en específico, con la cocina y el cocinar.