Exposición individual de Bernardo Ortiz y Memoria Vegetal

La exposición individual de Bernardo Ortiz en Casas Riegner reúne una exploración de las posibilidades matéricas y discursivas del papel. Utilizando distintas operaciones formales, que incluyen las perforaciones, la reiteración de capas livianas de pintura, o los trazos sutiles del grafito, el artista indaga sobre los vínculos entre la materia, la imagen y el concepto. La obra de Bernardo Ortiz se ha adentrado en el acto de dibujar. Para él, dibujar es el acto de arrastrar algo de un punto a otro dejando huella. Sus obras invitan al espectador a acercarse y observar las sutilezas de su proceso, que suscitan profundas reflexiones sobre el paso del tiempo y las acciones físicas asociadas al dibujo. A su vez la imagen como resultado de una amalgama de soluciones técnicas y materiales — como texto hecho de capas — se hace presente en dibujos, instalaciones e intervenciones. La muestra pretende develar los componentes literarios y conceptuales que guardan sus intervenciones materiales.

Memoria Vegetal. En su libro “La memoria vegetal”, el escritor Umberto Eco habla del nacimiento de un tipo de memoria que decide llamar vegetal. En palabras de Eco: “…aunque el pergamino estuviera hecho con piel de animales, vegetal era el papiro y, con la llegada del papel (desde el siglo XII), se producen libros con trapos de lino, cáñamo y tela; por último la etimología tanto de biblos como de liber remite a la corteza del árbol.” Antes de la imprenta, la memoria vegetal o los libros, tenían forma de rollo. Lentamente fueron transformandose en el objeto que conocemos hoy en día.

Independientemente de su forma, el libro posibilitó la personalización de la escritura al contener una perspectiva personal de un fragmento de memoria, o incluso de una memoria colectiva. El acto de leer entonces, se convirtió en un diálogo con ese alguien y su cuerpo que no se encuentra delante de nosotros, con una perspectiva individual que nos lleva a intentar interpretar un pensamiento, una intención.

La exposición “Memoria Vegetal”, inspirada en la mirada tan particular de Eco sobre la historia de los libros y la bibliofilia, reúne obras en diversos formatos y medios que se valen del objeto del libro como soporte, o que parten de la experiencia de la lectura de una texto particular. Las obras emplazadas en el espacio expositivo no solo despliegan nuevos pensamientos e interpretaciones de aquellos libros o lecturas sobre los que se soportan, también se convierten en catalizadores corporales y emocionales.