Casa Hoffmann

Contacto: Andrés Moreno Hoffmann
Cra. 2A # 70 - 25

OBSESIÓN

Obsesión es una exposición que reúne el trabajo de 21 artistas (Camila Barreto, Carlos Blanco, Nicolás Bonilla, Julio Botella, Lina Botero, Iván Castiblanco, Ana María Devis, Lucía Fernández Ardisana, Juana Gaviria, Valeriano Lanchas, Ramón Laserna, Margaret Mariño, Bernardo Montoya, Andrés Moreno Hoffmann, Lorena Ortiz, Nora Renaud, Ernesto Restrepo, Carolina Rodríguez, Daniel Santiago Salguero, Hernán Sansone y Wilmer Useche) convocados bajo un denominador común: el desarrollo de una práctica artística en la que encontramos la reiteración, la repetición, la meticulosa metodología para la conclusión de la obra o una recurrencia temática desarrollada a lo largo de una trayectoria artística. Obsesión es la palabra que de una manera conscientemente provocativa lo resume: cada artista de una manera u otra se encuentra dentro de este espectro obsesivo demarcado con humor pero con rigurosidad.

Teniendo en cuenta sinónimos como manía, neura o fijación encontramos patrones de forma y color repetidos, surgen preguntas acerca de la temporalidad y la resistencia frente a la realización de las obras, o a la paciencia que se requiere o por qué este/a artista trabaja siempre sobre el mismo tema. Nos atrae la repetición modular, el compromiso, la meticulosidad, la vehemencia llevada a sus últimas consecuencias.

Contacto

Galeria
Casa Hoffmann
Andrés Moreno Hoffmann
Cra. 2A # 70 - 25
(+57) 3576002
Camila Barreto
LOQUÍ, 2024
Soportes en madera y lienzo. La instalación de la obra consiste en 3 filas y 9 columnas
400x250

Reseña del artista

Tengo la inevitable necesidad de poner en formas y colores mis sentimientos y mis anhelos para darles sentido y comprender la estructura de mi vida como si fuera una gran infografía. Es así como van apareciendo composiciones sólidas y firmes, como decisiones tomadas con certeza y valentía. Otras formas son grandes y antropomorfas como guerreros en disposición que buscan compañía y respaldo en mis soledades más profundas. En otros momentos, las obras se vuelven livianas y transparentes y se asemejan a las oleadas de enamoramiento y ensoñación. Mis obras son las plegarias que le hago a mis miedos más grandes, a mis deseos desdibujados, a mis sentimientos translúcidos, todos convertidos en mis formas y colores, en el desarrollo de un lenguaje propio que uso para comprender mi existencia y mi paso por la vida. LOQUĪ es el conjunto de 27 obras únicas de 40 x 60 cms. Abarca aproximadamente un área de pared de 400 x 250 cms. El soporte de cada obra es en madera, en el centro del soporte hay una rendija por donde salen pedazos de lienzo en forma de lengua. La instalación de obras esta compuesta de 3 filas y 9 columnas de unidades. La elección de LOQUĪ proviene del latín y se traduce como "hablar", encapsulando así la intención detrás de esta obra. LOQUĪ, quiere trascender los límites convencionales del lienzo, adoptando la metáfora de una lengua que anhela salirse de lo bidimensional y explorar nuevos medios. Este proyecto se presenta como la anticipación de una evolución en mi proceso creativo. LOQUĪ se manifiesta como una puesta en escena , marcada por la obsesión que ha caracterizado mi trabajo. A través de la repetición, busco explorar continuamente nuevas maneras de existir a través de mi obra.

Acerca del artista
Ramón Laserna
Sin título, 2022
Tinta e hilo sobre papel
84x65

Reseña del artista

Ramón Laserna (Colombia, 1977) estudió Diseño Industrial en la Universidad de los Andes en Bogotá, Colombia. Su exploración gráfica está muy cercana a los movimientos abstractos y al arte cinético latinoamericano. Con sus dibujos metódicos de líneas y mediante pequeños cambios en el ángulo de planos, produce fenómenos visuales de vibración, movimiento, o moaré dentro de un estilo formal depurado. Su experimentación gira en torno a las ideas de línea, color y luz, con estos elementos produce imágenes etéreas y vibrantes que remiten a la idea de interacción entre la abstracción y la eliminación del volumen geométrico. La obra deriva de la investigación de los elementos básicos constitutivos de la imagen, el color y, mediante la repetición, la definición del plano. Como base de creación de la imagen visual, la línea, definida por un color, se reduce a su expresión mínima. De la repetición de líneas se crea el plano; de la intervención con hilo sobre las líneas dibujadas se visibiliza una configuración nueva, de naturaleza óptica; cada elemento de línea o cuerda es trabajado por separado para luego generar nuevas configuraciones que producen efectos de vibración y color diferentes. Es un arte combinatorio donde el orden de las líneas, dibujo e hilo, alteran el resultado. La línea dibujada es un elemento semiótico embebido en un conjunto de líneas, es un signo en una constelación de elementos rectos de diferentes longitudes, punto de origen y destino. La línea dibujada, como sucesión de puntos que viajan en una dirección contante de cero curvatura, es un objeto social en tanto signo.

Acerca del artista
Wilmer Useche
Sin título, 2023
Dibujo con lapiceros y marcadores sobre papel fabriano 5. Enmarcado en madera color blanco
140x100

Reseña del artista

Wilmer Leonardo Useche (Cúcuta, 1984) es dibujante y arquitecto de la Universidad de Pamplona (2007). Desde los inicios de su carrera ha tenido un interés particular por explorar la cercana relación entre el arte y arquitectura, aunque ha experimentado con el grabado, la fotografía y la pintura, el dibujo ha sido el eje principal de su trabajo, no solo como una herramienta preparatoria dentro de un proceso creativo, sino como un fin que se contiene a sí mismo. "Useche no solo es estéticamente impactante, sino también emocionalmente evocador. Sus propuestas, tan razonables como implausibles, toman fragmentos de los efectos visuales producidos por los errores de la imagen digital, así como tejidos de los pueblos originarios y sus patrones geométricos. Las obras resultantes incorporan un rasgo contemporáneo que enfatiza el tiempo como un factor que determina la noción de realidad. Estos dibujos, aparentemente digitales en resolución pero hechos a mano, parecen ir en contra de la fugacidad y lo efímero en la sociedad de la información, donde la tecnología media la velocidad de producción, circulación, consumo y desecho de la imagen. Dentro de esta conciencia del presente, se manifiesta una identidad estética del error que celebra y eleva la irrupción, la distorsión o el daño, en piezas únicas que contrastan con el contexto de serialidad tecnológica y reproducibilidad mecánica. A través de un ejercicio rutinario con bolígrafos y marcadores de colores, cada dibujo Technicolor funciona como una emulación mecánica y casi objetiva de la precisión tecnológica. En ellos, se fabrica intencionalmente un "Glitch", un efecto visual de errores o fallas de transmisión, mediante una saturación cromática que revela una cierta nostalgia catódica y rescata la tradición del abstraccionismo óptico-cinético latinoamericano. A diferencia del hiperrealismo, que busca ilustrar fragmentos reconocibles de la realidad, las creaciones de Wilmer exploran la producción de una nueva realidad donde se entrecruzan los mundos analógico y digital. Useche va más allá de la tradición óptica, explorando nuevas fronteras y perspectivas para el campo del arte ante el régimen contemporáneo de representación visual. Su dibujo se erige como un gesto de resistencia a la proliferación de la inteligencia artificial como medio de producción artística. En este contexto, el acto de dibujar adquiere una dimensión de convicción y se sitúa como una declaración de principios, un ejercicio de reafirmación de su métrica personal y un manifiesto a favor de la meticulosa relación entre espacio-tiempo-arte. Esta es la confrontación particular de Wilmer Useche, una contrainteligencia artificial que construye con filigrana su propia taxonomía del mundo". Alex Brahim, Curador

Acerca del artista
Hernán Sansone
Todo billete es falso, 2023
Billete falso intervenido, tinta, pasteles, colores, pintura
dimensiones variables

Reseña del artista

Hernán Sansone dibuja sobre todo lo que encuentra. Se apasiona por la representación del prerrenacimiento, cuando aún se confundía la observación con el ideal. Busca en la línea difusa entre las creencias y la ciencia, como Robert Fludd y Ambroise Paré, e intenta encontrar lo que no se encuentra: el arquetipo, mientras camina entre las alegorías y la “pervivencia de las imágenes”. Dibuja lo que ve, lo que escucha y lo que lee. Nació en Buenos Aires, Argentina, en 1967. Desde 1996 vive y trabaja en Bogotá. Estudió Diseño gráfico en la Universidad de Buenos Aires y Artes plásticas en la Escuela Nacional de Bellas Artes Pridiliano Pueyrredón. Ha expuesto su trabajo artístico en Buenos Aires, La Pampa, La Rioja, Córdoba, Mendoza, La Habana, Montreal, Medellín y Bogotá. Dibujó la tira Cita a ciegas en la revista Arcadia del 2017 a 2022. En la actualidad lleva adelante los proyectos @elciclopemiope y @todobilleteesfalso en IG. Trabajó como director de arte de las revistas Gatopardo, Mundo y Arcadia. Actualmente es director creativo de la revista Semana y realiza proyectos editoriales relacionados con arte. Soy hijo de la hiperinflación argentina. El papel moneda perdía valor en nuestras manos; desaparecía la moneda y solo quedaba el papel. La desconfianza era extrema y terminamos creyendo que el dólar era la estabilidad. Frente a la pérdida de sentido, dibujar sobre esos billetes sin valor se transformó en un ritual para sostener el sentido. En Colombia, la estabilidad de la moneda me mostró otra realidad: la falsificación de billetes y la doble crueldad que ello implica. La primera es cuando se lo ‘meten’ a una persona de una manera silenciosa; la segunda, cuando quien lo recibió y no se dio cuenta, se enfrenta al letrero ‘Todo billete falso se rompe’ como una forma de castigo. Este proyecto intenta transformar los billetes falsos en obras originales. La persona que recibió un billete falso me lo entrega y en unas semanas se lo devuelvo intervenido. De esta manera, deja de ser un papel de intercambio de valor y se convierte en una obra que acompaña la pérdida. Transmutación de valores, o como me gusta llamarlo: anarcoalquimia. Después de entregar varios billetes a los estafados, me di cuenta de que la verdadera transformación resulta ser la de la ira en una sonrisa.

Acerca del artista
Daniel Santiago Salguero
Edgar Allan's Rock, 2024
Fotografía digital sobre papel Hahnemuhle photo rag metallic 340 gr
32x48 cm c/u

Reseña del artista

Daniel S. Salguero (Bogotá, 1985) estudió Medios Audiovisuales con énfasis en fotografía en el Politécnico Grancolombiano en Bogotá (2003-2007). Realizó una residencia sobre fotografía contemporánea en la Escuelas de Artes Visuales de Nueva York en 2006. En 2019 Daniel ganó la beca BEMA como parte de un programa de residencias artísticas de diez meses de duración en FLORA ars+natura donde desarrolló el proyecto de arte colaborativo "Luciérnagas". Actualmente reside en Bogotá, es profesor de Fotografía 1 y 2 y Video, en la Universidad El Bosque en el programa de Artes Plásticas. Piedras oraculares es una instalación a partir de piedras en papel maché hechas a partir de papeles donde el artista escribió y dibujó consultas al libro del I Ching. Están pintadas en tonos grises con pintura al óleo y son instaladas de manera aleatoria generando nuevos micro paisajes, formas y significados. Edgar Allan's Rock son una serie de fotografías tomadas por el artista en la ciudad de Nueva York en el año 2023, retratan una piedra y fragmentos de esta, esta piedra está cerca de donde vivía el escritor que da nombre a la serie y se dice que este venía a sentarse ahí en las tardes para leer frente al río Hudson.

Acerca del artista
Daniel Santiago Salguero
Piedras oculares, 2024
Papel maché y pintura al óleo
dimensiones variables

Reseña del artista

Daniel S. Salguero (Bogotá, 1985) estudió Medios Audiovisuales con énfasis en fotografía en el Politécnico Grancolombiano en Bogotá (2003-2007). Realizó una residencia sobre fotografía contemporánea en la Escuelas de Artes Visuales de Nueva York en 2006. En 2019 Daniel ganó la beca BEMA como parte de un programa de residencias artísticas de diez meses de duración en FLORA ars+natura donde desarrolló el proyecto de arte colaborativo "Luciérnagas". Actualmente reside en Bogotá, es profesor de Fotografía 1 y 2 y Video, en la Universidad El Bosque en el programa de Artes Plásticas. Piedras oraculares es una instalación a partir de piedras en papel maché hechas a partir de papeles donde el artista escribió y dibujó consultas al libro del I Ching. Están pintadas en tonos grises con pintura al óleo y son instaladas de manera aleatoria generando nuevos micro paisajes, formas y significados. Edgar Allan's Rock son una serie de fotografías tomadas por el artista en la ciudad de Nueva York en el año 2023, retratan una piedra y fragmentos de esta, esta piedra está cerca de donde vivía el escritor que da nombre a la serie y se dice que este venía a sentarse ahí en las tardes para leer frente al río Hudson.

Acerca del artista
Carolina Rodríguez
Soy una niña, 2009
Lápiz de color sobre papel
100x70

Reseña del artista

Carolina Rodríguez Romero es una artista plástica colombiana egresada de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Del año 2002 al 2004 vivió en París donde realizó cursos y talleres en el Museo de Louvre y la Universidad de Paris. En el año 2009 viajó a México donde siguió sus estudios de Maestría en Arte Contemporáneo y Sociedad en la Universidad Autónoma de Querétaro. Se ha destacado por su obra la cual ha sido expuesta tanto a nivel nacional como internacional y también hace parte de importantes colecciones privadas. Carolina se ha desempeñado como curadora independendiente. La artista presenta tres obras en las cuales habla a través de una serie de dibujos sobre la pérdida de la esencia ante sucesos traumáticos, esto lo aborda desde infancias violentadas o procesos de colonización. En "Jugando conmigo" la artista reelabora por medio del dibujo unas fotografías encontradas en revistas de moda infantil en las que niñas y niños son retratados como modelos. Con estos dibujos pretende devolver la ingenuidad e inocencia, propias de la niñez, que han sido arrebatadas por el lente de la cámara. Es una lectura de estas imágenes en la que Carolina Rodríguez Romero se pregunta ¿quién juega con quién? ¿El adulto que impone su mirada, a veces abusiva, sobre los niños, o ellos jugando a ser modelos? La artista busca restablecer la mirada del espectador a través de sus trazos, mientras indaga por la forma en que nos relacionamos con las imágenes. En la segunda obra, la artista cuestiona la idea de progreso, pues lejos de tener una significación clara, este concepto invoca no pocas dicotomías. Por un lado se manifiesta como una evolución en la calidad de vida como consecuencia de la mejora de los medios de producción, por otro, dicha evolución trae consigo el abandono de la vida y los valores comunitarios. La sola idea de progreso implica un estado de las cosas que se deja atrás, pero que no define con precisión el punto de llegada. Esta es una obra acerca de la alienación que ha surgido por la forma de progreso que se ha implementado en latinoamérica. ¿Qué sucede cuando olvidamos nuestra esencia como resultado de un proceso colonizador? Como consecuencia y una vez difuminada nuestra esencia vamos en búsqueda de un nuevo fin último, un nuevo propósito para la existencia ¿puede esto entenderse como una conquista, no ya de una civilización sobre otra, sino de un particular concepto de progreso sobre los demás? La tercera obra, "Soy una niña", invita a a ver con profundidad a la niñez víctima del conflicto armado en Colombia. Entre los años 1996 y 2016, 18.677 niños y niñas menores de 16 años fueron reclutados por las FARC, sin contar aquellos que fueron tomados por otros grupos armados. Esta problemática en Colombia tiene dos caras, y desafortunadamente, las dos son perversas; niños que fueron sometidos por la guerra contra su voluntad, son señalados por una sociedad ajena a la realidad, que solo puede ver a estos niños y niñas como guerrilleros. Es como si existiera una imposibilidad de ver a los niños como son: niños.

Acerca del artista
Carolina Rodríguez
El progreso, 2002
Técnica mixta sobre madera
120x60

Reseña del artista

Carolina Rodríguez Romero es una artista plástica colombiana egresada de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Del año 2002 al 2004 vivió en París donde realizó cursos y talleres en el Museo de Louvre y la Universidad de Paris. En el año 2009 viajó a México donde siguió sus estudios de Maestría en Arte Contemporáneo y Sociedad en la Universidad Autónoma de Querétaro. Se ha destacado por su obra la cual ha sido expuesta tanto a nivel nacional como internacional y también hace parte de importantes colecciones privadas. Carolina se ha desempeñado como curadora independendiente. La artista presenta tres obras en las cuales habla a través de una serie de dibujos sobre la pérdida de la esencia ante sucesos traumáticos, esto lo aborda desde infancias violentadas o procesos de colonización. En "Jugando conmigo" la artista reelabora por medio del dibujo unas fotografías encontradas en revistas de moda infantil en las que niñas y niños son retratados como modelos. Con estos dibujos pretende devolver la ingenuidad e inocencia, propias de la niñez, que han sido arrebatadas por el lente de la cámara. Es una lectura de estas imágenes en la que Carolina Rodríguez Romero se pregunta ¿quién juega con quién? ¿El adulto que impone su mirada, a veces abusiva, sobre los niños, o ellos jugando a ser modelos? La artista busca restablecer la mirada del espectador a través de sus trazos, mientras indaga por la forma en que nos relacionamos con las imágenes. En la segunda obra, la artista cuestiona la idea de progreso, pues lejos de tener una significación clara, este concepto invoca no pocas dicotomías. Por un lado se manifiesta como una evolución en la calidad de vida como consecuencia de la mejora de los medios de producción, por otro, dicha evolución trae consigo el abandono de la vida y los valores comunitarios. La sola idea de progreso implica un estado de las cosas que se deja atrás, pero que no define con precisión el punto de llegada. Esta es una obra acerca de la alienación que ha surgido por la forma de progreso que se ha implementado en latinoamérica. ¿Qué sucede cuando olvidamos nuestra esencia como resultado de un proceso colonizador? Como consecuencia y una vez difuminada nuestra esencia vamos en búsqueda de un nuevo fin último, un nuevo propósito para la existencia ¿puede esto entenderse como una conquista, no ya de una civilización sobre otra, sino de un particular concepto de progreso sobre los demás? La tercera obra, "Soy una niña", invita a a ver con profundidad a la niñez víctima del conflicto armado en Colombia. Entre los años 1996 y 2016, 18.677 niños y niñas menores de 16 años fueron reclutados por las FARC, sin contar aquellos que fueron tomados por otros grupos armados. Esta problemática en Colombia tiene dos caras, y desafortunadamente, las dos son perversas; niños que fueron sometidos por la guerra contra su voluntad, son señalados por una sociedad ajena a la realidad, que solo puede ver a estos niños y niñas como guerrilleros. Es como si existiera una imposibilidad de ver a los niños como son: niños.

Acerca del artista
Carolina Rodríguez
Jugando conmigo, 2004
Técnica mixta sobre madera
170x142

Reseña del artista

Carolina Rodríguez Romero es una artista plástica colombiana egresada de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Del año 2002 al 2004 vivió en París donde realizó cursos y talleres en el Museo de Louvre y la Universidad de Paris. En el año 2009 viajó a México donde siguió sus estudios de Maestría en Arte Contemporáneo y Sociedad en la Universidad Autónoma de Querétaro. Se ha destacado por su obra la cual ha sido expuesta tanto a nivel nacional como internacional y también hace parte de importantes colecciones privadas. Carolina se ha desempeñado como curadora independendiente. La artista presenta tres obras en las cuales habla a través de una serie de dibujos sobre la pérdida de la esencia ante sucesos traumáticos, esto lo aborda desde infancias violentadas o procesos de colonización. En "Jugando conmigo" la artista reelabora por medio del dibujo unas fotografías encontradas en revistas de moda infantil en las que niñas y niños son retratados como modelos. Con estos dibujos pretende devolver la ingenuidad e inocencia, propias de la niñez, que han sido arrebatadas por el lente de la cámara. Es una lectura de estas imágenes en la que Carolina Rodríguez Romero se pregunta ¿quién juega con quién? ¿El adulto que impone su mirada, a veces abusiva, sobre los niños, o ellos jugando a ser modelos? La artista busca restablecer la mirada del espectador a través de sus trazos, mientras indaga por la forma en que nos relacionamos con las imágenes. En la segunda obra, la artista cuestiona la idea de progreso, pues lejos de tener una significación clara, este concepto invoca no pocas dicotomías. Por un lado se manifiesta como una evolución en la calidad de vida como consecuencia de la mejora de los medios de producción, por otro, dicha evolución trae consigo el abandono de la vida y los valores comunitarios. La sola idea de progreso implica un estado de las cosas que se deja atrás, pero que no define con precisión el punto de llegada. Esta es una obra acerca de la alienación que ha surgido por la forma de progreso que se ha implementado en latinoamérica. ¿Qué sucede cuando olvidamos nuestra esencia como resultado de un proceso colonizador? Como consecuencia y una vez difuminada nuestra esencia vamos en búsqueda de un nuevo fin último, un nuevo propósito para la existencia ¿puede esto entenderse como una conquista, no ya de una civilización sobre otra, sino de un particular concepto de progreso sobre los demás? La tercera obra, "Soy una niña", invita a a ver con profundidad a la niñez víctima del conflicto armado en Colombia. Entre los años 1996 y 2016, 18.677 niños y niñas menores de 16 años fueron reclutados por las FARC, sin contar aquellos que fueron tomados por otros grupos armados. Esta problemática en Colombia tiene dos caras, y desafortunadamente, las dos son perversas; niños que fueron sometidos por la guerra contra su voluntad, son señalados por una sociedad ajena a la realidad, que solo puede ver a estos niños y niñas como guerrilleros. Es como si existiera una imposibilidad de ver a los niños como son: niños.

Acerca del artista
Ernesto Restrepo
Muñeco Vudú Andino, 2022
Papas de tela y alfileres, base de terciopelo
dimensiones variables

Reseña del artista

Ernesto Retrepo Morillo (1960, Montería, Colombia) Cursó estudios de arquitectura y diseño industrial en la U.P.B. de Medellín y realizó una Maestría en Artes con énfasis en Medios Combinados en la Universidad de Pensilvania de Filadelfia, Pensilvania. Ganador de la Beca Colfuturo de 1997. Expone nacional e internacionalmente desde 1985. Creador de Arteprensa y co-creador del Periódico de Crítica Colombiana. Museógrafo, curador y jurado para eventos de arte de carácter nacional. Profesor universitario en Colombia y Estados Unidos. Conferencista y tallerista en universidades e instituciones culturales nacionales e internacionales. Coordinador de proyectos de arte, exposiciones y eventos culturales. "Muñeco Vudú Andino" usa la papa, metáfora de nosotros para hacernos un hechizo de amor a América, a la América de los Andes. A Latinoamérica. Con "Muñeco Vudú Andino" se podría intentar un exorcismo, controlar y manipular. Mover a voluntad la psiquis y la mente colectiva de "los inmaduros". Este y otros, son asuntos de obsesiones colonialistas.

Acerca del artista
Nora Renaud
Ofrend@, 2024
Estructura metálica cubierta de dry wall, cemento y baldosas impresas con imágenes. soporte de madera pintado de blanco
dimensiones variables

Reseña del artista

Nora Renaud (1977) es una artista suiza que explora la frontera entre lo analógico y lo digital, operando en la tensión entre tecnopolítica y arte. Interrogando los regímenes de visibilidad, Nora Renaud investiga metabolismos de sistemas complejos de autorepresentación que elaboran la hiper-materialidad del arte. Sus dispositivos excavan el tiempo con una arqueología del presente que transita entre lo artesanal y lo virtual. Las mediaciones de sus ficciones especulativas son el resultado de rituales offline y en línea que generan sentido y protocolos de relacionalidad que expanden la potencia del cuerpo colectivo en un mundo corporizado por el consumo global corporativo. Ofrend@ es una escultura arquitectónica_pedazo de una pared con baldosas impresas, pieza que se sostiene sola, independiente de las demás paredes con 33 baldosas impresas o 66 dependiendo del precio de producción de cada una (pendiente). Las imágenes provienen de fotos en un hashtag en Instagram: #ganchosdecalle. Desde hace 6 años, recorriendo las calles de Bogotá, Nora ha recolectado numerosos objetos de plástico, parte de estos desechos: un gancho que tiene la función inicial de sostener empaques de medias o de ropa interior para permitir la presentación de un producto industrial a la venta y que termina botado en la basura. Nora copió estas formas en latón (también llamado simulor) para simular el oro, y salieron piezas con formas que parecían a formas precolombinas. Así nació su proyecto: Museo Sin Oro, donde se sacraliza el desecho utilizando dispositivos tradicionales de museos en Colombia. MSO es una investigación sobre el sistema museal, el concepto de la relación física-virtual (relación cuerpo y ciberespacio), y abre una red de preguntas sobre el cuidado, la custodia y la noción de propiedad, y las relaciones de valores entre consumo global y artesanías, con soluciones de arqueología del presente. Este gancho de plástico-desecho, copiado en metal, se convirtió en un adorno-arete que sistemáticamente creaba curiosidad por parte de varias mujeres encontradas en el camino de la artista. Ella empezó a producirlos y cargar con ellos siempre, con el fin de regalarlos y revisitar la idea de ofrenda. Cada momento se sube en fotos dentro del hashtag #ganchosdecalle, una ofrenda conectada, que ella escribe: ofrend@. Esta obra propone una edición de algunos de estos momentos como testigos de la ofrenda del gancho-desecho convertido en un adorno femenino, que creó una red donde las mujeres activan el proceso de valor simbólico, artístico y económico de Museo Sin Oro.

Acerca del artista
Lorena Ortiz
Toda distancia es lo que nos aproxima, 2012
Tinta sobre papel
100x70

Reseña del artista

Lorena Ortiz es Maestra en Arte con énfasis en Medios Electrónicos y Artes del Tiempo de la Universidad de Los Andes, Bogotá (2012). Ha participado en diferente proyectos expositivos de carácter independiente en ciudades como New York, São Paulo, Ciudad de México y Bogotá. Hasta el 2011 su trabajo estuvo marcado por las artes del tiempo, video, performance y otras aproximaciones. A partir de entonces su interés se ha focalizado en prácticas intermediales, como la instalación, los medios electrónicos, y el arte digital. También ha profundizado en prácticas específicas como el dibujo y la pintura. En la actualidad está culminando sus estudios de maestría en Arquitectura y Diseño, en la Universidad de los Andes. "Toda distancia es lo que nos aproxima", es una de las respuestas dadas por los pacientes del centro psiquiátrico de Itaim Bibi, en la ciudad de São Paulo. Es una serie de 12 retratos donde cada dibujo está compuesto por millones de patrones que se repiten y conjugan hasta completar la figura, cada retrato tiene un patrón diferente. La propuesta es examinar la mirada hacia la enfermedad mental, sobre su lejanía y tabú, la distancia infinita que se establece ante la otredad. La reafirmación a partir de la negación no es un fenómeno contemporáneo, es una de las características en la historia de la humanidad. Categorizamos el mundo, creamos un universo lingüístico que nos permite lugares comunes para el entendimiento entre los unos y los otros. Por consiguiente, establecemos conceptos tales como naturaleza, cultura, ética, belleza, entre otros. Sin embargo, lo que me causa curiosidad, es cómo este modo de ponernos de acuerdo implica un acuerdo de nuestros desacuerdos. Es inquietante ver como la construcción de una historia en común ha sido excluyente. Existe un vacío, un silencio de aquellos que han permanecido excluidos, señalados como anormales, locos o diferentes. Recluidos en la marginalidad, sobrellevando así la invisibilidad de sus vidas e historias. Probablemente la locura sea negada, excluida y olvidada, hasta que como la muerte se acerque a tu puerta.

Acerca del artista
Andrés Moreno Hoffmann
Colisión dimensional, 2021
Óleo sobre lienzo
146x114

Reseña del artista

Andrés Moreno Hoffmann (1977) es diseñador y artista plástico. Realizó su licenciatura en Bellas Artes en la Universidad de Barcelona, y obtuvo el Diploma de Estudios Avanzados en el programa de Doctorado en Pintura en la Era Digital: Afinidad y Especificidad por parte de la misma institución. Cuenta con un máster en Dirección de Arte y Estrategias de Comunicación de la Escuela Superior de Diseño e Ingeniería de Barcelona | ELISAVA. Durante su carrera se ha desempeñado como artista, gestor, e investigador. Una de las temáticas más relevantes en la historia del arte ha sido el estudio del espacio. Se han alcanzado grandes revoluciones como la perspectiva, la cual permitió la representación en tres dimensiones lineales, superando una visión medieval de tan solo dos. En el momento en que los artistas abandonan la búsqueda de la mimesis con la naturaleza y los físicos conciben el universo como curvo, las vanguardias introdujeron el concepto de la cuarta dimensión: espacio-tiempo en el arte moderno. La teoría física de las cuerdas presume que el espacio puede ser diez, once o veintiséis dimensiones adicionales. Ante esta conjetura, imaginar la inclusión de otras dimensiones en un medio bidimensional como lo es la pintura, representa un reto fascinante. Observando las ciudades, el cubo se manifiesta como su matriz. Ante la línea recta, la curva adquiere un significado relevante; es la esencia mínima de la vibración, estado natural del universo. La propuesta reflexiona sobre el equilibrio de la geometría en un espacio multidimensional que se contrae y se expande, conciliando estructuras lineales con formas orgánicas. Cada fragmento es un estudio al óleo con la paleta blanco Titanio, negro Marfil y pardo Van Dyck.

Acerca del artista
Bernardo Montoya
Viaje estático, 2023
Cerámica de alta temperatura 1250º, magma y óxidos
dimensiones variables

Reseña del artista

Bernardo Montoya (Colombia, 1979) estudió Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid. En 2006 se graduó como artista plástico de la Universidad de los Andes, institución donde realizó su especialización en Historia y Teoría del Arte Moderno y Contemporáneo (2009). En 2020 obtuvo su título de magíster en Historia del Arte. Fue ganador del Programa Nacional de Estímulos 2021 del Ministerio de Cultura de Colombia con su obra "Magmatismos". Obtuvo mención de honor en el V Salón Bidimensional de Arte de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño, en 2011. Ha exhibido sus obras, tanto colectiva como individualmente en Colombia, México, Estados Unidos, Ecuador, Bélgica y España. "Entrados en 2020, Bernardo Montoya nos invita a seguirlo en un viaje entre la diversidad del vulcanismo Andino, parte del Cinturón de Fuego del Pacífico, como metáfora terrestre del proceso artístico en búsqueda de mecanismos de liberación ante el confinamiento. Es un recorrido propuesto desde el espíritu del viajero naturalista y explorador, impulsado por el deseo en tensión de encontrar y dejar ir la otredad mientras se investiga y aprende. No hay un sentido predeterminado distinto a la confianza en la brújula de la curiosidad y en el desenvolverse del camino. Cada volcán tiene un lugar, una forma y un trazo. Estas cualidades registran la esencia particular de cada volcán en sus múltiples temporalidades; testimonios del carácter en que las montañas de fuego modulan la liberación de materia y energía mientras perturban el entorno sensible. Con cada erupción el volcán se dibuja a sí mismo como territorio líquido, más que humano, capaz de transformarse y transformar. La acuarela y la cerámica materializan, por fin, los secretos ocultos, las transmutaciones de fundidos en espumas, líquidos en vidrios, fluidos en atmósferas, lavas en piedra, cristales en cenizas, magmas en paisajes, suelos en organismos; las rutas son infinitas. Más allá de percibirlo como fuerza devastadora o catastrófica, el Acto Volcánico se nos revela como un orgasmo cósmico potenciador de vida, de nuevos sustratos y de nuevas posibilidades. Así, la obra se nutre de lo impredecible. El arriba es al abajo, como el adentro al afuera, el silencio al sonido, la luz a la noche, el presente a la memoria, el pasado al futuro. Nada puede ser percibido sin la existencia del otro y sin que esa otredad reciba lo que vamos siendo. Oquedades, protuberancias, texturas, rugosidades son las huellas tatuadas del poder de dar y quitar; manifestación del cambio latente en dimensiones que trascienden las escalas humanas. Es natural, entonces, que en los volcanes habiten dioses, diablos, ninfas, presagios, hechizos, mohanes, serpientes y duendes; son los dueños de lo que los humanos no podemos controlar. Ante el encuentro con las fuerzas volcánicas y liberadoras como proceso creativo, nace espontáneamente el ritual. Para acercarse y conocer, hay que pedir permiso mientras nos rendimos ante la Belleza: la otra cara del peligro". Natalia Pardo Vulcanóloga P.H.D Directora departamento de Geociencias Universidad de los Andes

Acerca del artista
Margaret Mariño
Manto, 2022
Hilos y parafina blanca
400x250

Reseña del artista

Margaret Mariño (Bogotá, 1988) estudió Artes Plásticas en la Universidad Nacional de Colombia. Su obra, generalmente instalativa, plantea estrategias para unir conceptos que se presumen opuestos, los cuales logra unir al pararse en la delgada línea que nace al ensamblarlos; es entonces propio de su trabajo poner en diálogo conceptos contrarios, como el ornamento y el vacío, y moverlos entre el dibujo, la pintura y la instalación. Su opción singular es el camino de la ambigüedad, del medio, de la incertidumbre, aún del fracaso como estados de un proceso creativo que deja visible la experiencia estética. En los últimos años sus proyectos han tomado un camino más íntimo y vivencial, el concepto del ornamento continúa, pero visto desde un lado oculto y casi siniestro, prescindiendo de la belleza y de la historia arquitectónica a los que ha estado atado normalmente; camino que deja de lado la ambigüedad y se concentra en la excavación de lo ominoso, de lo siniestro, de lo sospechoso. "El tejido, pensado como la acción de entrelazar conceptos y materiales ha estado siempre presente en la obra de Margaret Mariño. En su trabajo investiga los intersticios de las representaciones y las tradiciones de estas prácticas; reflexiona sobre los soportes y medios a través de los cuales se ha ejercido la enseñanza y la represión sobre las mujeres; y observa las líneas que se anudan con otras para formar los tejidos culturales y sociales que nos soportan. La artista mira con sospecha la belleza aparente y la sofisticación del ornamento, e intenta habitar los espacios de unión y los vacíos plenos de significado que encuentra en estos sistemas desde una exploración sensible e íntima de los materiales. En Sospecha, las rupturas de las rejas del colegio católico León XIII y sus memorias son reparadas con entrelazamientos de óleo; la pedagogía es cuestionada y atravesada por cuatro mil agujas; la materia orgánica se convierte en un manto que ondea en la sala; y aparecen pinturas tejidas y redes hechas de pelo de perro o cables de cobre, muestra de la ambigüedad que se hace objeto y gesto plástico." Ana Cárdenas

Acerca del artista
Ramón Laserna
Sin título, 2021
Hilo sobre lienzo
20x20

Reseña del artista

Ramón Laserna (Colombia, 1977) estudió Diseño Industrial en la Universidad de los Andes en Bogotá, Colombia. Su exploración gráfica está muy cercana a los movimientos abstractos y al arte cinético latinoamericano. Con sus dibujos metódicos de líneas y mediante pequeños cambios en el ángulo de planos, produce fenómenos visuales de vibración, movimiento, o moaré dentro de un estilo formal depurado. Su experimentación gira en torno a las ideas de línea, color y luz, con estos elementos produce imágenes etéreas y vibrantes que remiten a la idea de interacción entre la abstracción y la eliminación del volumen geométrico. La obra deriva de la investigación de los elementos básicos constitutivos de la imagen, el color y, mediante la repetición, la definición del plano. Como base de creación de la imagen visual, la línea, definida por un color, se reduce a su expresión mínima. De la repetición de líneas se crea el plano; de la intervención con hilo sobre las líneas dibujadas se visibiliza una configuración nueva, de naturaleza óptica; cada elemento de línea o cuerda es trabajado por separado para luego generar nuevas configuraciones que producen efectos de vibración y color diferentes. Es un arte combinatorio donde el orden de las líneas, dibujo e hilo, alteran el resultado. La línea dibujada es un elemento semiótico embebido en un conjunto de líneas, es un signo en una constelación de elementos rectos de diferentes longitudes, punto de origen y destino. La línea dibujada, como sucesión de puntos que viajan en una dirección contante de cero curvatura, es un objeto social en tanto signo.

Acerca del artista
Carlos Blanco
Cómo atrapar a un fantasma, 2024
Aluminio y pintura poliexpansiva
78x43x58

Reseña del artista

Carlos Blanco (1961) vive y trabaja entre Bogotá, Madrid y Los Ángeles (California). Fue Becario de la Fundación Botín y seleccionado para Circuitos 1989 Injuve. Formado como arquitecto en la Universidad Javeriana de Bogotá, estudió una maestría en Arquitectura en la Universidad Complutense de Madrid. Participó en los talleres de Arte Actual del Círculo de Bellas Artes (impartidos por Julián Schnabel, Eva Lootz, Barry Flanagan, Bruce Mac Lean, Santiago Cárdenas). Durante los últimos 28 años ha expuesto en bienales como: Documenta IX (muestra paralela), Kassel, Alemania; La Bienal de Venecia 1993 (muestra paralela), Italia; La VII Bienal de la Habana, Cuba; La Bienal de Busan 2002, Corea; La Bienal de Los Ángeles 2003, EE.UU; La Bienal de Praga 2004, República Checa. Su visión como artista se ha traducido como curador de 150 exposiciones en el espacio de arte del Centro Colombo Americano de Bogotá. Su acercamiento al arte siempre ha estado relacionado con el uso de la esencia del aire, combinando objetos, instalaciones, y performances. En los trabajos exhibidos el artista afronta una serie de cuestiones y elementos recurrentes en su producción, como el viaje, el movimiento y el éter, que atraviesan su obra y su vida haciendo que ambas se confundan hasta ser indistinguibles.

Acerca del artista
Valeriano Lanchas
Colección de piedritas, 2021
Tinta y acuarela sobre papel
21x28

Reseña del artista

Valeriano Lanchas (Bogotá, 1976), el bajo-barítono colombiano y una de las principales figuras en el mundo de la ópera a nivel mundial ha dibujado durante casi toda su vida. Al tiempo que desarrollaba una carrera internacional como cantante de ópera, en el año 2020 da el paso para difundir su obra y ponerla a disposición del público. Valeriano Lanchas es un artista prolifero, minucioso en los detalles y generoso con la construcción de series fantásticas que conviven con él, y que son parte de su mundo interior. Esta serie de obras muestra al intérprete como autor: de su mente brotan imágenes de pájaros robot, aves con plumas como hojas con teteras en la cabeza, estudiantes colegio con torres de conocimientos. Encontramos un torrente imaginario, hasta ahora oculto que es referente de una obra centrada en un dibujo detallista, poético y onírico.

Acerca del artista
Valeriano Lanchas
Mesita de noche, 2021
Tinta y acuarela sobre papel
21x28

Reseña del artista

Valeriano Lanchas (Bogotá, 1976), el bajo-barítono colombiano y una de las principales figuras en el mundo de la ópera a nivel mundial ha dibujado durante casi toda su vida. Al tiempo que desarrollaba una carrera internacional como cantante de ópera, en el año 2020 da el paso para difundir su obra y ponerla a disposición del público. Valeriano Lanchas es un artista prolifero, minucioso en los detalles y generoso con la construcción de series fantásticas que conviven con él, y que son parte de su mundo interior. Esta serie de obras muestra al intérprete como autor: de su mente brotan imágenes de pájaros robot, aves con plumas como hojas con teteras en la cabeza, estudiantes colegio con torres de conocimientos. Encontramos un torrente imaginario, hasta ahora oculto que es referente de una obra centrada en un dibujo detallista, poético y onírico.

Acerca del artista
Valeriano Lanchas
Bodegón, 2021
Tinta y acuarela sobre papel
21x28

Reseña del artista

Valeriano Lanchas (Bogotá, 1976), el bajo-barítono colombiano y una de las principales figuras en el mundo de la ópera a nivel mundial ha dibujado durante casi toda su vida. Al tiempo que desarrollaba una carrera internacional como cantante de ópera, en el año 2020 da el paso para difundir su obra y ponerla a disposición del público. Valeriano Lanchas es un artista prolifero, minucioso en los detalles y generoso con la construcción de series fantásticas que conviven con él, y que son parte de su mundo interior. Esta serie de obras muestra al intérprete como autor: de su mente brotan imágenes de pájaros robot, aves con plumas como hojas con teteras en la cabeza, estudiantes colegio con torres de conocimientos. Encontramos un torrente imaginario, hasta ahora oculto que es referente de una obra centrada en un dibujo detallista, poético y onírico.

Acerca del artista
Juana Gaviria
Fitting in, 2019
Collage de papeles pintados
100x80

Reseña del artista

Juana Gaviria (Bogotá, 1976) es una artista multi-disciplinaria colombo/americana que estudió Arquitectura y Artes Visuales en Rhode Island School of Design (RISD), donde aprendió el valor del proceso, el detalle y la estética. A través de diferentes materiales y técnicas como ensamblajes de madera, cometas, móviles, y telas tensadas, construye conceptos visuales que siempre la han caracterizado como el balance desequilibrado, la asimetría y las formas contrapuestas. Las agrupaciones geométricas, mayormente conformado de triangulaciones, son una forma de controlar el caos que la artista siente a su alrededor. En su proceso de creación hay una naturaleza desordenada e intuitiva pero se organizan y balancean en el producto final. A primer ojo, esta serie de estructuras trimidensionales parecen composiciones geométricas abstractas en donde las formas y colores son balanceados y armónicos y hasta diseñados, sin embargo, detrás de estas hay un tema personal de la artista, un desorden de sensibilidad sensorial diagnosticado. Por medio de su trabajo, Juana busca darle sentido al caos que percibe en su alrededor, tratando de organizar y equilibrar para buscar orden y calma en un mundo cada vez más tenso y hostil.

Acerca del artista
Juana Gaviria
Serendipo, 2022
Acrílico sobre papel
34x204

Reseña del artista

Juana Gaviria (Bogotá, 1976) es una artista multi-disciplinaria colombo/americana que estudió Arquitectura y Artes Visuales en Rhode Island School of Design (RISD), donde aprendió el valor del proceso, el detalle y la estética. A través de diferentes materiales y técnicas como ensamblajes de madera, cometas, móviles, y telas tensadas, construye conceptos visuales que siempre la han caracterizado como el balance desequilibrado, la asimetría y las formas contrapuestas. Las agrupaciones geométricas, mayormente conformado de triangulaciones, son una forma de controlar el caos que la artista siente a su alrededor. En su proceso de creación hay una naturaleza desordenada e intuitiva pero se organizan y balancean en el producto final. A primer ojo, esta serie de estructuras trimidensionales parecen composiciones geométricas abstractas en donde las formas y colores son balanceados y armónicos y hasta diseñados, sin embargo, detrás de estas hay un tema personal de la artista, un desorden de sensibilidad sensorial diagnosticado. Por medio de su trabajo, Juana busca darle sentido al caos que percibe en su alrededor, tratando de organizar y equilibrar para buscar orden y calma en un mundo cada vez más tenso y hostil.

Acerca del artista
Lucía Fernández Ardisana
Jameo y Basalto, 2023
Carboncillo sobre papel
dimensiones variables

Reseña del artista

Lucía Fernández-Ardisana (1989) es una artista nacida en la Isla de Tenerife (Canarias, España). Los conceptos que abraza su obra están orientados a los modelos naturales propios de su isla natal, siendo estos una observación minuciosa y delicada de la forma como se destruye y se configura el paisaje y el territorio en una isla volcánica como La Palma y Tenerife en islas Canarias. La artista hace una relación entre los fenómenos naturales y el comportamiento natural del ser humano. En la isla de La Palma (Islas Canarias, España) existen arquitecturas cilíndricas que contienen agua en su interior. Cuando se produjo la erupción del volcán Cumbre Vieja, fueron las únicas construcciones que soportaron la fuerza del paso de la lava, pues no colapsaron, solo fueron rodeadas o se llenaron de coladas. A partir de esta observación creo estas dos metáforas que representan aquellas construcciones hechas por el hombre que soportaron la fuerza de la naturaleza y son un ejemplo de resistencia, que en raras ocasiones sucede. Además hago una comparación de lo que sucedió con estas arquitecturas y el fenómeno natural de una cavidad volcánica en la que el visitante puede introducirse y vivir la sensación de aislamiento que aportan estos lugares mediante texturas que únicamente son iluminadas a través de pequeños orificios que forma haces de luz sobre un dibujo continuo que envuelve al espectador para llevarlo a un lugar más próximo al interior de la Tierra. Jameo (Quizá del guanche xam: Jameo (Quizá del guanche xam 'casa, choza','tienda'.) 1. m. En Canarias, oquedad o cueva natural producida por el hundimiento del techo de un tubo de lava volcánico. Basalto (Del lat. basaltes.) 1. m. Roca volcánica, por lo común de color negro o verdoso, de grano fino, muy dura, compuesta principalmente de feldespato y piroxena o augita, y a veces de estructura prismática

Acerca del artista
Ana María Devis
Ecdisis, 2024
Escamas de iguana, ramas y pelo
160x70x22

Reseña del artista

Utilizo el dibujo como punto de partida, pero también como proceso de pensamiento para relacionarme con mi entorno. Prácticas femeninas como el tejido o el uso del retazo me permiten generar paisajes y criaturas imaginarias poblando universos inspirados en patrones naturales. La repetición obsesiva de gestos para crear superficies en capas y narrativas abstractas funcionan simultáneamente como ventanas a diferentes lugares a los que he viajado. Cada lugar se convierte en un yacimiento arqueológico en el que recoger materiales y, al mismo tiempo, develar estructuras humanas y no humanas. Reunir, fijar, unir, así como alterar, cambiar y transformar, son acciones constantes que atraviesan mi obra. El "collage" engloba todas estas acciones, a la vez que funciona como técnica para abordar mi forma de relacionarme con el mundo, donde la diversidad, la diferencia y el cuidado son aspectos cruciales para preservar la vida, tanto humana como no humana. Mi arte es como un mapa, un archivo, una experiencia que va más allá del concepto de dibujo como acción bidimensional y lo transforma en una metodología que manifiesta la compleja estratificación de un cuerpo que recorre el mundo. Recolectar hace parte integral de mi proceso artístico, mis obras se basan en ecosistemas de afecto que voy creando con las personas y con los materiales que me encuentro. "Ecdisis" surgió a partir de un proceso de recolección de la muda de las escamas de las iguanas durante la pandemia en el que viví un gran momento de quietud. En frente de la casa donde dormía, en Ricaurte (Cundinamarca) quedaba un lago donde había un samán, comúnmente conocido como el árbol de la lluvia. Allí tuve el encuentro con la piel de las iguanas y poco a poco decidí recolectar esas escamas, todo este proceso continuó durante cuatro años con ayuda de los lugareños. Esta obra rememora este periodo de quietud y suscita la convivencia del animal en su hábitat, resalta la hermosura de los procesos temporales y el crecimiento natural de estos seres. En "Ecdisis" se produce una especie de resistencia ante la desaparición y resalta los sucesos imperceptibles donde se afirma la vida.

Acerca del artista
Iván Castiblanco
Pisando baldosa, 2024
Cerámica y baldosa hidráulica
100x100x34

Reseña del artista

Ivan Castiblanco (Bogotá, 1986) es artista plástico. A partir de una reflexion sobre las relaciones entre pasado y presente, la obra funciona como un hallazgo arqueológico, donde pisos, y juguetes reconstruyen un legado material en la historia; los objetos que permanecen en el tiempo, como las adornadas baldosas que se erigían en la Bogotá de antaño. La obra transmite de una manera directa a los individuos noticias y sensaciones que provienen del pasado, dándole al espectador la facultad de recordar, ante la conciencia de la pérdida de una continuidad cultural. El proyecto "Pisando baldosa" trata de una situación cotidiana de nuestra memoria, del recuerdo de la infancia en un no lugar, es decir un lugar efímero enigmático, un espacio que se delimita y que crece, que se multiplica a lo largo y ancho del mundo. A estos espacios se vinculan el anonimato y a la independencia, porque aparentemente no son ni significan nada, al menos para aquellas personas que los visitan provisionalmente; sin embargo, al usar objetos que demarcan un espacio irreal, que hace parte de la fantasía y que a menudo pasa desapercibido, ni los lugares ni los no lugares existen siempre en forma pura, son peldaños de una misma escalera, líneas paralelas que mágicamente llegan a cruzarse, son oponentes que se atraen y se interpenetran. El patrón de las baldosas juega el papel de reescribir sin cesar el juego intrincado de la identidad y de la relación, la mezcla de culturas, las prisas de sus visitantes, su contiene y contenido.

Acerca del artista
Lina Botero
Por qué me importa esto, 2020
Fotografía intervenida con tinta
40x60

Reseña del artista

Lina Botero (Cali) es poetógrafa, coleccionista de cajas de fósforos y narradora de historias. Se graduó en Comunicación Audiovisual en la Pontificia Universidad Javeriana (Bogotá, Colombia) y tiene una Maestría en Fotografía Contemporánea y Proyectos Personales en EFTI (Madrid, España) donde obtuvo el reconocimiento por el mejor proyecto visual 2018-2019. Como narradora audiovisual, ha dirigido proyectos de reconocimiento nacional y ha sido directora de contenidos audiovisuales de entidades públicas en Colombia. Ha sido fotógrafa de diferentes festivales de música, ha retratado artistas nacionales e internacionales y ha trabajado como foto fija en cine, televisión y series web. Como artista y poeta trabaja sobre lo íntimo, lo personal y lo autobiográfico, generando diálogos poéticos en distintos formatos: diarios, poesía visual y escrita, video ensayo, instalación, fotografía y performance. Su trabajo ha sido expuesto en espacios como EFTI, Galería La Cometa, Espacio Odeón, Nc-Arte (Torres Atrio), VOGUE México. Lina defiende la experiencia y el proceso como acto creativo por encima de los productos finales convirtiendo al sentir y las emociones humanas el hilo conductor de su obra. Las tres obras de su propuesta hacen parte del mismo proyecto Pérdidas violentas que no hacen ruido. Este es un proyecto multidisciplinar (fotográfico, audiovisual e instalativo) sobre la carga emocional y simbólica entregada al cabello como un elemento que abandona al cuerpo. Es un diálogo interno con la experiencia física de perder una extensión sin vida cargada de representaciones e identidades en torno a la construcción de los ideales de feminidad y estereotipos de belleza. El cabello se vuelve metáfora del tiempo que huye, de la ausencia progresiva de lo que “representa a una mujer” y de lo que la convierte en objeto de deseo, ante la mirada del otro. La obsesión se convierte en imagen haciendo un permanente cuestionamiento sobre el valor que recae sobre la apariencia, convirtiéndome en mi propio objeto de comparación con las imágenes idealizadas del mundo. Censurando lo que no se parece a ninguna de ellas frente al espejo. Generando cierto grado de violencia silenciosa sobre mi propia identidad.Es una reflexión sobre la mirada acusatoria que ejercemos sobre nosotrxs mismxs. Una mirada de lo que falta, por el comentario absurdo de lo que debería de estar. Es la mirada y el relato sobre lo que es mirado. La mirada compulsiva al espejo, al suelo, al espacio íntimo, a lo que se anhela y jamás se llegará a tener. Por esta búsqueda de lo que no es, colecciono todas las versiones posibles de lo anhelado, a la vez que construyo un diario como tumba de restos, descontextualizando el cabello y convirtiéndolo en figuras abstractas sobre el papel, como acto simbólico y reivindicativo sobre la pérdida.

Acerca del artista
Lina Botero
Los días, 2020
Pelo sobre lienzo
150x150

Reseña del artista

Lina Botero (Cali) es poetógrafa, coleccionista de cajas de fósforos y narradora de historias. Se graduó en Comunicación Audiovisual en la Pontificia Universidad Javeriana (Bogotá, Colombia) y tiene una Maestría en Fotografía Contemporánea y Proyectos Personales en EFTI (Madrid, España) donde obtuvo el reconocimiento por el mejor proyecto visual 2018-2019. Como narradora audiovisual, ha dirigido proyectos de reconocimiento nacional y ha sido directora de contenidos audiovisuales de entidades públicas en Colombia. Ha sido fotógrafa de diferentes festivales de música, ha retratado artistas nacionales e internacionales y ha trabajado como foto fija en cine, televisión y series web. Como artista y poeta trabaja sobre lo íntimo, lo personal y lo autobiográfico, generando diálogos poéticos en distintos formatos: diarios, poesía visual y escrita, video ensayo, instalación, fotografía y performance. Su trabajo ha sido expuesto en espacios como EFTI, Galería La Cometa, Espacio Odeón, Nc-Arte (Torres Atrio), VOGUE México. Lina defiende la experiencia y el proceso como acto creativo por encima de los productos finales convirtiendo al sentir y las emociones humanas el hilo conductor de su obra. Las tres obras de su propuesta hacen parte del mismo proyecto Pérdidas violentas que no hacen ruido. Este es un proyecto multidisciplinar (fotográfico, audiovisual e instalativo) sobre la carga emocional y simbólica entregada al cabello como un elemento que abandona al cuerpo. Es un diálogo interno con la experiencia física de perder una extensión sin vida cargada de representaciones e identidades en torno a la construcción de los ideales de feminidad y estereotipos de belleza. El cabello se vuelve metáfora del tiempo que huye, de la ausencia progresiva de lo que “representa a una mujer” y de lo que la convierte en objeto de deseo, ante la mirada del otro. La obsesión se convierte en imagen haciendo un permanente cuestionamiento sobre el valor que recae sobre la apariencia, convirtiéndome en mi propio objeto de comparación con las imágenes idealizadas del mundo. Censurando lo que no se parece a ninguna de ellas frente al espejo. Generando cierto grado de violencia silenciosa sobre mi propia identidad.Es una reflexión sobre la mirada acusatoria que ejercemos sobre nosotrxs mismxs. Una mirada de lo que falta, por el comentario absurdo de lo que debería de estar. Es la mirada y el relato sobre lo que es mirado. La mirada compulsiva al espejo, al suelo, al espacio íntimo, a lo que se anhela y jamás se llegará a tener. Por esta búsqueda de lo que no es, colecciono todas las versiones posibles de lo anhelado, a la vez que construyo un diario como tumba de restos, descontextualizando el cabello y convirtiéndolo en figuras abstractas sobre el papel, como acto simbólico y reivindicativo sobre la pérdida.

Acerca del artista
Lina Botero
Némesis, 2019
Fotografía digital
dimensiones variables

Reseña del artista

Lina Botero (Cali) es poetógrafa, coleccionista de cajas de fósforos y narradora de historias. Se graduó en Comunicación Audiovisual en la Pontificia Universidad Javeriana (Bogotá, Colombia) y tiene una Maestría en Fotografía Contemporánea y Proyectos Personales en EFTI (Madrid, España) donde obtuvo el reconocimiento por el mejor proyecto visual 2018-2019. Como narradora audiovisual, ha dirigido proyectos de reconocimiento nacional y ha sido directora de contenidos audiovisuales de entidades públicas en Colombia. Ha sido fotógrafa de diferentes festivales de música, ha retratado artistas nacionales e internacionales y ha trabajado como foto fija en cine, televisión y series web. Como artista y poeta trabaja sobre lo íntimo, lo personal y lo autobiográfico, generando diálogos poéticos en distintos formatos: diarios, poesía visual y escrita, video ensayo, instalación, fotografía y performance. Su trabajo ha sido expuesto en espacios como EFTI, Galería La Cometa, Espacio Odeón, Nc-Arte (Torres Atrio), VOGUE México. Lina defiende la experiencia y el proceso como acto creativo por encima de los productos finales convirtiendo al sentir y las emociones humanas el hilo conductor de su obra. Las tres obras de su propuesta hacen parte del mismo proyecto Pérdidas violentas que no hacen ruido. Este es un proyecto multidisciplinar (fotográfico, audiovisual e instalativo) sobre la carga emocional y simbólica entregada al cabello como un elemento que abandona al cuerpo. Es un diálogo interno con la experiencia física de perder una extensión sin vida cargada de representaciones e identidades en torno a la construcción de los ideales de feminidad y estereotipos de belleza. El cabello se vuelve metáfora del tiempo que huye, de la ausencia progresiva de lo que “representa a una mujer” y de lo que la convierte en objeto de deseo, ante la mirada del otro. La obsesión se convierte en imagen haciendo un permanente cuestionamiento sobre el valor que recae sobre la apariencia, convirtiéndome en mi propio objeto de comparación con las imágenes idealizadas del mundo. Censurando lo que no se parece a ninguna de ellas frente al espejo. Generando cierto grado de violencia silenciosa sobre mi propia identidad.Es una reflexión sobre la mirada acusatoria que ejercemos sobre nosotrxs mismxs. Una mirada de lo que falta, por el comentario absurdo de lo que debería de estar. Es la mirada y el relato sobre lo que es mirado. La mirada compulsiva al espejo, al suelo, al espacio íntimo, a lo que se anhela y jamás se llegará a tener. Por esta búsqueda de lo que no es, colecciono todas las versiones posibles de lo anhelado, a la vez que construyo un diario como tumba de restos, descontextualizando el cabello y convirtiéndolo en figuras abstractas sobre el papel, como acto simbólico y reivindicativo sobre la pérdida.

Acerca del artista
Julio Botella
Neurodimensión, 2024
Rotulador acrílico sobre papel
156,5x106

Reseña del artista

Julio Botella (Madrid, 1964) es un escritor y artista plástico español, su obra se desarrolla entre España y Colombia. Ha expuesto de forma individual y colectiva en las galerías colombianas como SN Macarena (2020), Mmaison (2021), Casa Cultural Lolita (2022), y en España en José Rincón (2021), Veraltia (2023) y La Factoría de Papel (2024). Neurodimensión reúne los aspectos que caracterizan el trabajo del autor. Es parte de una auto-terapia en la que, a través de la generación de imágenes elaboradas con miles de puntos, produce las substancias cerebrales que le aportan el sosiego que su tensión mental reclama y que no consigue por otras vías. Abandonado a la ejecución de esta tarea, repite y altera maniáticamente formas y patrones. La excusa, imágenes pareidólicamente abiertas con referencias visuales, donde el espectador tiene tanto que decir como él, en una terapia colectiva. Al igual que en casi todo su trabajo, usa aquí materiales y soportes casi infantiles, como, los lápices, acuarelas, rotuladores, ceras y papel, sin más, reforzando esa autenticidad irracional “brut” que le impulsa. Presenta así mismo esta obra como un trofeo que se trae desde el trance obsesivo en el que se embarca cada vez que pinta, un souvenir del otro lado de la frontera invisible del (sin) sentido, una pieza capturada en una caza irracional de-no-se-sabe-qué, y que muestra aquí con la esperanza de compartir con el espectador la íntima paradoja de la existencia, los vínculos de la común alienación, e invitarle a escuchar la voz de su propio misterio.

Acerca del artista
Carlos Blanco
Cómo atrapar a un fantasma, 2024
Madera y vinilo
20x15x20

Reseña del artista

Carlos Blanco (1961) vive y trabaja entre Bogotá, Madrid y Los Ángeles (California). Fue Becario de la Fundación Botín y seleccionado para Circuitos 1989 Injuve. Formado como arquitecto en la Universidad Javeriana de Bogotá, estudió una maestría en Arquitectura en la Universidad Complutense de Madrid. Participó en los talleres de Arte Actual del Círculo de Bellas Artes (impartidos por Julián Schnabel, Eva Lootz, Barry Flanagan, Bruce Mac Lean, Santiago Cárdenas). Durante los últimos 28 años ha expuesto en bienales como: Documenta IX (muestra paralela), Kassel, Alemania; La Bienal de Venecia 1993 (muestra paralela), Italia; La VII Bienal de la Habana, Cuba; La Bienal de Busan 2002, Corea; La Bienal de Los Ángeles 2003, EE.UU; La Bienal de Praga 2004, República Checa. Su visión como artista se ha traducido como curador de 150 exposiciones en el espacio de arte del Centro Colombo Americano de Bogotá. Su acercamiento al arte siempre ha estado relacionado con el uso de la esencia del aire, combinando objetos, instalaciones, y performances. En los trabajos exhibidos el artista afronta una serie de cuestiones y elementos recurrentes en su producción, como el viaje, el movimiento y el éter, que atraviesan su obra y su vida haciendo que ambas se confundan hasta ser indistinguibles.

Acerca del artista
Nicolás Bonilla
Paisaje Blanco – Amarillo , 2022
250 rocas en porcelana coloreada (1280°C)
100x100x5

Reseña del artista

Nicolás Bonilla (Bogotá, 1984) es historiador con una especialización en Historia y Teoría del Arte en la Universidad de los Andes y una maestría en Estudios Curatoriales en la Universidad de Essex, Reino Unido. Nicolás es uno de los ceramistas más destacados en la escena del arte contemporáneo en Colombia. A partir de una constante experimentación técnica, su trabajo cuestiona las relaciones entre arte, ciencia, coleccionismo, tiempo y ficción. Actualmente vive en Madrid en donde está desarrollando un proyecto doctoral en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid. El monolito es la forma escultórica más sencilla y a la vez, la más contundente. Por miles de años, los humanos los hemos utilizado como marcas territoriales, como dispositivos para recordar a nuestros muertos, honrar a los dioses y comprender las estrellas. Los monolitos son atemporales, son lápidas, edificios, observatorios, esculturas, monumentos y templos. Estas obras son un homenaje al encuentro alrededor del fuego y las rocas, es una ofrenda a los pilares que nos arraigan al territorio y que sostienen la memoria de los pueblos.

Acerca del artista
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