Buscando desarrollar, amplificar y conservar la carrera del artista colombiano Antonio Samudio, para este ArtBo Fin de Semana 2024 hemos decidido participar con una exhibición individual del maestro. Tras haber realizado distintos proyectos alrededor de su trabajo, en esta ocasión nuestro enfoque se dará a la fuerte trascendencia de la mujer en cada uno de sus periodos artísticos. Las obras a presentar, pintadas sobre lienzo y madera, reflejan con su tradicional pero peculiar humor la representación y seducción a través de lo femenino junto a los prejuicios de su tiempo.
LGM GALERÍA es una galería de arte dedicada a la comercialización de obras de arte moderno, contemporáneo y emergente, de gran valor estético y conceptual, provenientes principalmente de los creadores, además del mercado secundario colombiano, latinoamericano, asiático, norteamericano y europeo. La estrategia de comercialización de LGM GALERÍA está dirigida al mercado nacional e internacional, al que llega por medio del desarrollo de una agenda propia de exposiciones y actividades lúdicas y académicas en la ciudad de Bogotá, así como la participación en variedad de ferias de arte, en combinación con alianzas con importantes museos en Colombia, América y Asia; con el objetivo de ser más que un canal comercializador, un aliado en el crecimiento y consolidación de la reputación del artista y su obra.
Antonio Samudio pinta escenas de vida cotidiana. Vemos en sus cuadros lo que todos nosotros hacemos. Samudio sitúa sus personajes en la sala o en el comedor, en la alcoba o asomados a la ventana, a solas o acompañados. Aunque no los muestra haciendo cosas extraordinarias, estamos ante imágenes que superan los límites de lo ordinario. El carácter narrativo de su obra deriva del cómic, pero no al modo de ingleses y norteamericanos como Hamilton, Warhol y Rosenquist, centrados en lo grandioso, excepcional, publicitado y heroico, propio de los personajes bellos y famosos. Samudio, por el contrario, ha escogido ser antiheroico. De allí que recurra al tono menor que supo derivar de Morandi. Nada fuera de lo común sucede en sus pequeños cuadros, realizados con un pie en la guasa y otro en la ironía. El resultado es un realismo-otro, de sobreentendidos que suscitan la sonrisa.