Koko Urko. El camino al inframundo, donde habitan los espíritus, 2018  
Instalación sonora, fotografías y rocas de azufre 
 

Las expectativas de desarrollo económico en torno a prácticas extractivas de escala global pueden tener su origen en la explotación de minerales, particularmente de plata, en el Cerro Rico de Potosí durante el siglo XVII, un lugar de donde aún se extraen minerales diversos. Como en otras geografías, la intervención moderna en aquel lugar se debió al valor que el cerro ocupaba en cosmovisiones rurales de origen indígena, que luego fueron desplazadas. El volcán Puracé en el departamento del Cauca (Colombia), con cúspide a 4.646 m.s.n.m., guarda una condición semejante, pues a su rol cultural en comunidades indígenas como el pueblo coconuco, siguió la difusión de supersticiones en torno al diablo católico que acompañaron la explotación colonial y moderna del azufre. De esta secuencia de relatos y polaridades culturales se ocupa Tania Ausecha en la instalación sonora Koko Urko. El camino al inframundo, donde habitan los espíritus, compuesta por registros fotográficos del entorno minero en su estado actual, composiciones sonoras y registros testimoniales. Estos elementos articulan la memoria individual y regional en torno al referente territorial que encarnan el volcán y la explotación del azufre tras el colapso de esta industria. Los dispositivos sonoros permiten evocar sonidos del volcán que dan cuenta de la polaridad de conceptos como horizontal y vertical, femenino y masculino, que ha caracterizado su interpretación, con un registro capaz de articular historia económica, mítica y social. 

 
Instagram: @tania_ausecha_ 

www.taniaausecha.com