Nuestra propuesta se vincula con la cuestión del tiempo y la relación con el pasado. En el friso panorámico Air Conditioning de Lawrence Abu Hamdan, cada centímetro corresponde a un día del año y representa la ocupación sónica del espacio aéreo libanés por parte del ejército israelí durante un periodo de quince años, desde 2006 hasta la actualidad. En Color Is My Business, Alexander Apóstol explora la narración visual de la democracia populista en Venezuela a través del prisma del arte cinético, en una serie de fotografías minimalistas cuyos colores representan algunos de los muchos partidos políticos que existieron en el país entre la década de 1960 y 1990. Por otro lado, Rayan Yasmineh se apropia libremente de los códigos de la historia del arte, fluctuando entre la tradición y la ruptura de las convenciones. En Palimpsesto de Óscar Muñoz -inspirado en 1984 de George Orwell-, las páginas del libro se imprimieron con tóner negro sobre hojas de papel mojadas y luego se sumergieron en el agua. Así mismo, en Wrinkle, Liliana Porter experimenta con la fotografía y manifiesta una voluntad de explorar los límites de la representación. Finalmente, en un esfuerzo continuo por mostrar la tensión entre los elementos naturales y los humanos en los bosques tropicales del norte de Colombia, Nohemi Pérez añade elementos de bordado a sus piezas de carboncillo sobre lienzo, intentando de algún modo restaurar o “reparar” algunos de los daños causados a especies animales y vegetales en peligro de extinción.
Localizada en París, la galería representa artistas emergentes y bien establecidos cuyas prácticas conceptuales están ancladas en las realidades sociales, la historia y la política de regiones geográficas contrastantes. Mediante la promoción internacional de prácticas comprometidas, la galería tiene como objetivo ampliar el conocimiento sobre los debates cruciales de nuestro tiempo.
Las imágenes que animaron los lugares de culto y palacios de la Baja Edad Media y el Renacimiento occidental han atravesado los siglos para aterrizar en las obras de Malo Chapuy. Antes de ingresar a la Escuela de Bellas Artes de París, el joven artista estudió las figuras de la Baja Edad Media. Las formas extraídas de los manuscritos medievales y del arte religioso se fueron transformando poco a poco bajo su mano, para seguir una evolución similar a la que experimentó la producción artística occidental en el momento de la transición del Gótico extravagante al Renacimiento temprano. En un principio, su producción artística se centró en las imágenes-objeto tal como existían en la Edad Media, lo que le llevó a ensamblar técnicas antiguas con formas muy familiares a sus contemporáneos (cascos de moto, zapatillas de marca...) creando reliquias anacrónicas.
Las imágenes que animaron los lugares de culto y palacios de la Baja Edad Media y el Renacimiento occidental han atravesado los siglos para aterrizar en las obras de Malo Chapuy. Antes de ingresar a la Escuela de Bellas Artes de París, el joven artista estudió las figuras de la Baja Edad Media. Las formas extraídas de los manuscritos medievales y del arte religioso se fueron transformando poco a poco bajo su mano, para seguir una evolución similar a la que experimentó la producción artística occidental en el momento de la transición del Gótico extravagante al Renacimiento temprano. En un principio, su producción artística se centró en las imágenes-objeto tal como existían en la Edad Media, lo que le llevó a ensamblar técnicas antiguas con formas muy familiares a sus contemporáneos (cascos de moto, zapatillas de marca...) creando reliquias anacrónicas.
Muñoz se graduó de la Escuela de Bellas Artes en 1971 y ha desarrollado su carrera a través de una prolífica investigación en torno a los métodos de representación y las técnicas de video y fotografía no mecánica convencional. Muñoz ha creado un universo de imágenes e historias singulares utilizando medios transitorios como el aliento humano, el agua y el polvo, centrándose en la realidad precaria de la vida humana.
Muñoz se graduó de la Escuela de Bellas Artes en 1971 y ha desarrollado su carrera a través de una prolífica investigación en torno a los métodos de representación y las técnicas de video y fotografía no mecánica convencional. Muñoz ha creado un universo de imágenes e historias singulares utilizando medios transitorios como el aliento humano, el agua y el polvo, centrándose en la realidad precaria de la vida humana.
Muñoz se graduó de la Escuela de Bellas Artes en 1971 y ha desarrollado su carrera a través de una prolífica investigación en torno a los métodos de representación y las técnicas de video y fotografía no mecánica convencional. Muñoz ha creado un universo de imágenes e historias singulares utilizando medios transitorios como el aliento humano, el agua y el polvo, centrándose en la realidad precaria de la vida humana.
Liliana Porter nació 1941 en Buenos Aires. Actualmente vive y trabaja en Nueva York. Una de las artistas argentinas más citadas en la cultura contemporánea, Porter ha cuestionado desde hace tiempo los límites entre la realidad y su representación. Es una maestra en destilar la vida y el arte hasta profundidades sencillas a través de yuxtaposiciones humorísticas de objetos incongruentes A lo largo de los años Porter ha acumulado una prodigiosa y excéntrica colección de figurines, cachivaches, juguetes y recuerdos de sus viajes y encuentros a través del mundo. Estos objetos kitsch aparecen regularmente en su trabajo, invitando a la interpretación política, filosófica y existencial a través de su disposición en situaciones inesperadas. Cada juguete o baratija representa una era y una narrativa cultural e histórica diferentes. Porter se deleita en manipular el tiempo, la historia y la realidad para luego combinarlos mediante la creación de un diálogo dentro de un espacio blanco atemporal.
Liliana Porter nació 1941 en Buenos Aires. Actualmente vive y trabaja en Nueva York. Una de las artistas argentinas más citadas en la cultura contemporánea, Porter ha cuestionado desde hace tiempo los límites entre la realidad y su representación. Es una maestra en destilar la vida y el arte hasta profundidades sencillas a través de yuxtaposiciones humorísticas de objetos incongruentes A lo largo de los años Porter ha acumulado una prodigiosa y excéntrica colección de figurines, cachivaches, juguetes y recuerdos de sus viajes y encuentros a través del mundo. Estos objetos kitsch aparecen regularmente en su trabajo, invitando a la interpretación política, filosófica y existencial a través de su disposición en situaciones inesperadas. Cada juguete o baratija representa una era y una narrativa cultural e histórica diferentes. Porter se deleita en manipular el tiempo, la historia y la realidad para luego combinarlos mediante la creación de un diálogo dentro de un espacio blanco atemporal.
Liliana Porter nació 1941 en Buenos Aires. Actualmente vive y trabaja en Nueva York. Una de las artistas argentinas más citadas en la cultura contemporánea, Porter ha cuestionado desde hace tiempo los límites entre la realidad y su representación. Es una maestra en destilar la vida y el arte hasta profundidades sencillas a través de yuxtaposiciones humorísticas de objetos incongruentes A lo largo de los años Porter ha acumulado una prodigiosa y excéntrica colección de figurines, cachivaches, juguetes y recuerdos de sus viajes y encuentros a través del mundo. Estos objetos kitsch aparecen regularmente en su trabajo, invitando a la interpretación política, filosófica y existencial a través de su disposición en situaciones inesperadas. Cada juguete o baratija representa una era y una narrativa cultural e histórica diferentes. Porter se deleita en manipular el tiempo, la historia y la realidad para luego combinarlos mediante la creación de un diálogo dentro de un espacio blanco atemporal.