En esta ocasión Instituto de Visión presenta un proyecto que explora el trabajo de cinco artistas: Olinda Silvano (1969, Perú), , Venuca Evanán (1987, Perú), Cordelia Sánchez (1985, Perú), Aimema Uai (1996, Colombia), y Julian Dupont (1985, Colombia), cuyas obras son realizadas a partir de su experiencia con los conocimientos ancestrales y científicos de los pueblos originarios de América. Estos artistas incluyen en sus prácticas una epistemología relacionada con el uso de las plantas, conexiones chamánicas con dimensiones invisibles, las historias fundacionales de sus comunidades y su visión apunta hacia una comprensión de la historia decolonizada.
Este tema es parte de la visión de la galería, la cual consiste en trabajar con artistas que pertenecen a comunidades periféricas o marginales, y cuyas prácticas han sido omitidas por la historia oficial del arte.
Instituto de Visión es una galería enfocada en prácticas conceptuales, dirigida por mujeres y ubicada en Bogotá y Nueva York. Su misión es investigar los discursos artísticos que han quedado fuera de la historia oficial del arte. A través del programa Visionarios, la galería ha recuperado importantes acervos de la escena artística latinoamericana de mediados del siglo XX y continuamos investigando la praxis más enigmática de la región.
Por medio de un programa doble, Instituto de Visión representa algunas de las prácticas más relevantes de México, Chile, América del Norte, Venezuela, entre otros. Dirigido por tres mujeres, Instituto de Visión presta especial atención a las voces femeninas, la teoría queer, el activismo ambiental, la condición de desplazamiento y otras posiciones críticas que desafían el orden establecido.
Usando la escena artística internacional como plataforma, la galería está comprometida a dar visibilidad y expandir el trabajo de artistas que revelan realidades críticas y plantean preguntas importantes para entender los asuntos de lo contemporáneo.
Olinda Silvano Inuma creció en la Comunidad Nativa Paohyan, a orillas del río Ucayali. Pertenece al pueblo Shipibo-Konibo, uno de los pueblos indígenas más numerosos de la Amazonía peruana. De niña, vivió en estrecha familiaridad con la selva y los ríos, aprendió a pintar y bordar hermosos tejidos cubiertos con diseños de kene. En Lima, construyó una precaria casa en un basurero a orillas del contaminado río Rímac, fundando junto a otras familias Shipibo-Konibo la comunidad urbana de Cantagallo. Finalmente, en 2014, pudo exhibir sus obras en una galería de arte. Hoy, a los 52 años, Olinda ha logrado reconocimiento nacional e internacional por sus coloridos bordados, pinturas y murales de extraordinaria belleza y luminosidad. Su arte está dirigido a un público urbano, pero ella lleva a la ciudad la fuerza que le otorgan las plantas que ella misma recibió de niña. Las líneas kene no son meros gráficos geométricos abstractos, sino la materialización de la fuerza koshi de las plantas y sus ibo, los maestros espirituales del bosque, que las mujeres visionarias, como Olinda, ven en sus mentes y muestran en sus obras. Las mallas kene dan lugar a percepciones sinestésicas, donde el oído, el olfato y el tacto se unen en la visión de los diseños, generando asociaciones entre el paisaje del bosque y los caminos bordados y pintados de los diseños. Para Olinda, su trabajo como artista shipibo-konibo contemporánea es una poderosa forma de activismo que utiliza otro lenguaje, el de las plantas, para luchar contra la discriminación y defender la Amazonia y sus pueblos de la vida urbana.
Olinda Silvano Inuma creció en la Comunidad Nativa Paohyan, a orillas del río Ucayali. Pertenece al pueblo Shipibo-Konibo, uno de los pueblos indígenas más numerosos de la Amazonía peruana. De niña, vivió en estrecha familiaridad con la selva y los ríos, aprendió a pintar y bordar hermosos tejidos cubiertos con diseños de kene. En Lima, construyó una precaria casa en un basurero a orillas del contaminado río Rímac, fundando junto a otras familias Shipibo-Konibo la comunidad urbana de Cantagallo. Finalmente, en 2014, pudo exhibir sus obras en una galería de arte. Hoy, a los 52 años, Olinda ha logrado reconocimiento nacional e internacional por sus coloridos bordados, pinturas y murales de extraordinaria belleza y luminosidad. Su arte está dirigido a un público urbano, pero ella lleva a la ciudad la fuerza que le otorgan las plantas que ella misma recibió de niña. Las líneas kene no son meros gráficos geométricos abstractos, sino la materialización de la fuerza koshi de las plantas y sus ibo, los maestros espirituales del bosque, que las mujeres visionarias, como Olinda, ven en sus mentes y muestran en sus obras. Las mallas kene dan lugar a percepciones sinestésicas, donde el oído, el olfato y el tacto se unen en la visión de los diseños, generando asociaciones entre el paisaje del bosque y los caminos bordados y pintados de los diseños. Para Olinda, su trabajo como artista shipibo-konibo contemporánea es una poderosa forma de activismo que utiliza otro lenguaje, el de las plantas, para luchar contra la discriminación y defender la Amazonia y sus pueblos de la vida urbana.
Olinda Silvano Inuma creció en la Comunidad Nativa Paohyan, a orillas del río Ucayali. Pertenece al pueblo Shipibo-Konibo, uno de los pueblos indígenas más numerosos de la Amazonía peruana. De niña, vivió en estrecha familiaridad con la selva y los ríos, aprendió a pintar y bordar hermosos tejidos cubiertos con diseños de kene. En Lima, construyó una precaria casa en un basurero a orillas del contaminado río Rímac, fundando junto a otras familias Shipibo-Konibo la comunidad urbana de Cantagallo. Finalmente, en 2014, pudo exhibir sus obras en una galería de arte. Hoy, a los 52 años, Olinda ha logrado reconocimiento nacional e internacional por sus coloridos bordados, pinturas y murales de extraordinaria belleza y luminosidad. Su arte está dirigido a un público urbano, pero ella lleva a la ciudad la fuerza que le otorgan las plantas que ella misma recibió de niña. Las líneas kene no son meros gráficos geométricos abstractos, sino la materialización de la fuerza koshi de las plantas y sus ibo, los maestros espirituales del bosque, que las mujeres visionarias, como Olinda, ven en sus mentes y muestran en sus obras. Las mallas kene dan lugar a percepciones sinestésicas, donde el oído, el olfato y el tacto se unen en la visión de los diseños, generando asociaciones entre el paisaje del bosque y los caminos bordados y pintados de los diseños. Para Olinda, su trabajo como artista shipibo-konibo contemporánea es una poderosa forma de activismo que utiliza otro lenguaje, el de las plantas, para luchar contra la discriminación y defender la Amazonia y sus pueblos de la vida urbana.
Cordelia Sánchez es pintora y muralista. Nació en la comunidad nativa de Francisco de yarrina cocha, Ucayali en el año 1985. Ha participado en diversas exposiciones colectivos como “Nii Ibobo” Espíritus Ambientales en la galería Selva Invisible del monumental Callao (2018); Una Lima menos gris-jatibi jonibaon jema, en la galería pancho fierro de la Municipalidad metropolitana de Lima (2019); Rugido Kené- el espíritu de la Amazonia en la Municipalidad de Santa Anita (2020); Resistencias Visuales, estéticas de una nueva ciudadanía en la sala Limaq (2021); NUIO-VOLVER A LOS ORÍGENES en la galería Martin Yepes (2022); Madres Plantas y Mujeres Luchadoras en el museo MAC de Lima (2022); también ha participado en diversas ediciones de la feria Ruraq maki, hecho a mano (Museo de la nación) (2017), forma parte de las Mujeres moralistas “Soi Nobabo”; también del Colectivo Cultura shipibo que dirige galería Soi Niwe de Cantagallo.
Cordelia Sánchez es pintora y muralista. Nació en la comunidad nativa de Francisco de yarrina cocha, Ucayali en el año 1985. Ha participado en diversas exposiciones colectivos como “Nii Ibobo” Espíritus Ambientales en la galería Selva Invisible del monumental Callao (2018); Una Lima menos gris-jatibi jonibaon jema, en la galería pancho fierro de la Municipalidad metropolitana de Lima (2019); Rugido Kené- el espíritu de la Amazonia en la Municipalidad de Santa Anita (2020); Resistencias Visuales, estéticas de una nueva ciudadanía en la sala Limaq (2021); NUIO-VOLVER A LOS ORÍGENES en la galería Martin Yepes (2022); Madres Plantas y Mujeres Luchadoras en el museo MAC de Lima (2022); también ha participado en diversas ediciones de la feria Ruraq maki, hecho a mano (Museo de la nación) (2017), forma parte de las Mujeres moralistas “Soi Nobabo”; también del Colectivo Cultura shipibo que dirige galería Soi Niwe de Cantagallo.
Cordelia Sánchez es pintora y muralista. Nació en la comunidad nativa de Francisco de yarrina cocha, Ucayali en el año 1985. Ha participado en diversas exposiciones colectivos como “Nii Ibobo” Espíritus Ambientales en la galería Selva Invisible del monumental Callao (2018); Una Lima menos gris-jatibi jonibaon jema, en la galería pancho fierro de la Municipalidad metropolitana de Lima (2019); Rugido Kené- el espíritu de la Amazonia en la Municipalidad de Santa Anita (2020); Resistencias Visuales, estéticas de una nueva ciudadanía en la sala Limaq (2021); NUIO-VOLVER A LOS ORÍGENES en la galería Martin Yepes (2022); Madres Plantas y Mujeres Luchadoras en el museo MAC de Lima (2022); también ha participado en diversas ediciones de la feria Ruraq maki, hecho a mano (Museo de la nación) (2017), forma parte de las Mujeres moralistas “Soi Nobabo”; también del Colectivo Cultura shipibo que dirige galería Soi Niwe de Cantagallo.
Aimema Uai es artista, mambélogo e investigador de los pueblos nativos, nacido en Chorrera Amazonas del Resguardo Predio Putumayo (Colombia), perteneciente a la cultura Muruy-Muina (Uitoto) del clan Garza (Eimen+), Pueblo del centro o hijos del Tabaco, la Coca y la Yuca Dulce (D+ona, Jibina, Fareka Uruk+). Erlinto Sánchez Umaña es su nombre en español y Aimema adoptado para su identidad cultural. Realizó sus estudios primarios y secundarios en su territorio natal y desde niño fue educado por sus padres y abuelos en los conocimientos y sabiduría ancestrales dentro de la f+nonirako, casa del conocimiento (Maloca). Aimema ha estado rescatando la importancia de la lengua materna (m+n+ka, N+pode, Bue, M+ka), danzas, canciones, diálogos de saberes y conocimientos sobre el manejo del territorio, estableciendo intercambios de palabras con otros pueblos indígenas (Bora, +vuhza, Muinane). Actualmente, Aimema trabaja llevando medicina ancestral, artesanías, pinturas, alimentos y círculos de palabra a todas las personas a través de su emprendimiento "Canasto de Abundancia" y desde su taller de arte en Bogotá, donde experimenta con diferentes técnicas en sus pinturas como materiales orgánicos, minerales, botánicos-medicinales y también óleo. Sus obras lo han llevado a participar en exposiciones y encuentros nacionales e internacionales. El Mambe (Jibie), el Ambil (Yera) y el pensamiento de la Yuca Dulce (Fareka) en su vida y trabajo, son la fuerza que guía su rumbo y la herramienta para pensar, dar forma a sus ideas y alcanzar su propósito, que no es otro que rescatar los principios ancestrales de su comunidad, las visiones de los ancianos y las energías que guían su existencia, creando una relación entre el arte y el propio territorio, presentando una visión espiritual de la pintura, cargada de rituales y materiales medicinales para el mundo. Se puede decir que Aimema Urue (hijo de la Garza) vive en un diálogo entre la cosmogonía de su pueblo y la realidad de la ciudad que conoció en 2018; y que desde la investigación, las prácticas medicinales y el arte, Aimema nos presenta la realidad, la historia y las visiones de sus territorios, manteniendo una conexión con sus ancestros a través de su trabajo.
Aimema Uai es artista, mambélogo e investigador de los pueblos nativos, nacido en Chorrera Amazonas del Resguardo Predio Putumayo (Colombia), perteneciente a la cultura Muruy-Muina (Uitoto) del clan Garza (Eimen+), Pueblo del centro o hijos del Tabaco, la Coca y la Yuca Dulce (D+ona, Jibina, Fareka Uruk+). Erlinto Sánchez Umaña es su nombre en español y Aimema adoptado para su identidad cultural. Realizó sus estudios primarios y secundarios en su territorio natal y desde niño fue educado por sus padres y abuelos en los conocimientos y sabiduría ancestrales dentro de la f+nonirako, casa del conocimiento (Maloca). Aimema ha estado rescatando la importancia de la lengua materna (m+n+ka, N+pode, Bue, M+ka), danzas, canciones, diálogos de saberes y conocimientos sobre el manejo del territorio, estableciendo intercambios de palabras con otros pueblos indígenas (Bora, +vuhza, Muinane). Actualmente, Aimema trabaja llevando medicina ancestral, artesanías, pinturas, alimentos y círculos de palabra a todas las personas a través de su emprendimiento "Canasto de Abundancia" y desde su taller de arte en Bogotá, donde experimenta con diferentes técnicas en sus pinturas como materiales orgánicos, minerales, botánicos-medicinales y también óleo. Sus obras lo han llevado a participar en exposiciones y encuentros nacionales e internacionales. El Mambe (Jibie), el Ambil (Yera) y el pensamiento de la Yuca Dulce (Fareka) en su vida y trabajo, son la fuerza que guía su rumbo y la herramienta para pensar, dar forma a sus ideas y alcanzar su propósito, que no es otro que rescatar los principios ancestrales de su comunidad, las visiones de los ancianos y las energías que guían su existencia, creando una relación entre el arte y el propio territorio, presentando una visión espiritual de la pintura, cargada de rituales y materiales medicinales para el mundo. Se puede decir que Aimema Urue (hijo de la Garza) vive en un diálogo entre la cosmogonía de su pueblo y la realidad de la ciudad que conoció en 2018; y que desde la investigación, las prácticas medicinales y el arte, Aimema nos presenta la realidad, la historia y las visiones de sus territorios, manteniendo una conexión con sus ancestros a través de su trabajo.
Aimema Uai es artista, mambélogo e investigador de los pueblos nativos, nacido en Chorrera Amazonas del Resguardo Predio Putumayo (Colombia), perteneciente a la cultura Muruy-Muina (Uitoto) del clan Garza (Eimen+), Pueblo del centro o hijos del Tabaco, la Coca y la Yuca Dulce (D+ona, Jibina, Fareka Uruk+). Erlinto Sánchez Umaña es su nombre en español y Aimema adoptado para su identidad cultural. Realizó sus estudios primarios y secundarios en su territorio natal y desde niño fue educado por sus padres y abuelos en los conocimientos y sabiduría ancestrales dentro de la f+nonirako, casa del conocimiento (Maloca). Aimema ha estado rescatando la importancia de la lengua materna (m+n+ka, N+pode, Bue, M+ka), danzas, canciones, diálogos de saberes y conocimientos sobre el manejo del territorio, estableciendo intercambios de palabras con otros pueblos indígenas (Bora, +vuhza, Muinane). Actualmente, Aimema trabaja llevando medicina ancestral, artesanías, pinturas, alimentos y círculos de palabra a todas las personas a través de su emprendimiento "Canasto de Abundancia" y desde su taller de arte en Bogotá, donde experimenta con diferentes técnicas en sus pinturas como materiales orgánicos, minerales, botánicos-medicinales y también óleo. Sus obras lo han llevado a participar en exposiciones y encuentros nacionales e internacionales. El Mambe (Jibie), el Ambil (Yera) y el pensamiento de la Yuca Dulce (Fareka) en su vida y trabajo, son la fuerza que guía su rumbo y la herramienta para pensar, dar forma a sus ideas y alcanzar su propósito, que no es otro que rescatar los principios ancestrales de su comunidad, las visiones de los ancianos y las energías que guían su existencia, creando una relación entre el arte y el propio territorio, presentando una visión espiritual de la pintura, cargada de rituales y materiales medicinales para el mundo. Se puede decir que Aimema Urue (hijo de la Garza) vive en un diálogo entre la cosmogonía de su pueblo y la realidad de la ciudad que conoció en 2018; y que desde la investigación, las prácticas medicinales y el arte, Aimema nos presenta la realidad, la historia y las visiones de sus territorios, manteniendo una conexión con sus ancestros a través de su trabajo.
Venuca Evanán es una artista autodidacta. Dibuja y pinta en madera cosas cotidianas de la vida. Su arte se plasma en las tablas de Sarhua, que el arte de Ayacucho declaró Patrimonio Cultural de la Nación el 29 de octubre de 2018. Venuca lo hace rompiendo los moldes: usualmente son hombres quienes pintan estos paneles, y ella es una de las primeras mujeres en hacerlo. En ellos retrata la vida del migrante, el hombre y la mujer del campo, pero sobre todo visibiliza y empodera a las mujeres. Con su trabajo, Venuca Asunción Evanán Vivanco captura momentos. Reflexiona sobre nuestro entorno y muestra aquello que molesta a muchos. A mediados de 2020 creó la primera tabla de Sarhua donde narraba el amor entre dos personas del mismo sexo. La primera tabla temática LGTBIQ+ muestra a la pareja viajando por los Andes peruanos. Un arcoíris aparece en el cielo y el sol los ilumina. Como simbolismo: dos ríos se encuentran bajo una montaña, como su amor. Venuca dibuja en tablas de madera reciclada. Lo hace para cuidar el medio ambiente. "Una tabla de Sarhua original mide entre dos y cuatro metros de largo y se trabaja en troncos silvestres. La tradición dicta que se dibuje en ellas la genealogía de una familia", explica. Estas famosas tablas nacieron en Sarhua, una comunidad en Ayacucho que ha sido golpeada por el terrorismo. Tradicionalmente se regala durante el techado de una casa y la tabla se coloca en la viga principal del nuevo hogar. Luego se celebra con una fiesta, banda de música y chicha. Pero la tradición migró y se extendió a todos los rincones del país y ahora las personas buscan a Venuca para trabajos personalizados. Ella realiza tablas de Sarhua de diferentes tamaños y precios. Una puede medir entre 70 centímetros de alto y 13 centímetros de ancho. La idea es contarle la historia que se desea capturar y ella, con su arte, lo traduce en la tabla con dibujos hechos a mano y estética de Sarhua.
Venuca Evanán es una artista autodidacta. Dibuja y pinta en madera cosas cotidianas de la vida. Su arte se plasma en las tablas de Sarhua, que el arte de Ayacucho declaró Patrimonio Cultural de la Nación el 29 de octubre de 2018. Venuca lo hace rompiendo los moldes: usualmente son hombres quienes pintan estos paneles, y ella es una de las primeras mujeres en hacerlo. En ellos retrata la vida del migrante, el hombre y la mujer del campo, pero sobre todo visibiliza y empodera a las mujeres. Con su trabajo, Venuca Asunción Evanán Vivanco captura momentos. Reflexiona sobre nuestro entorno y muestra aquello que molesta a muchos. A mediados de 2020 creó la primera tabla de Sarhua donde narraba el amor entre dos personas del mismo sexo. La primera tabla temática LGTBIQ+ muestra a la pareja viajando por los Andes peruanos. Un arcoíris aparece en el cielo y el sol los ilumina. Como simbolismo: dos ríos se encuentran bajo una montaña, como su amor. Venuca dibuja en tablas de madera reciclada. Lo hace para cuidar el medio ambiente. "Una tabla de Sarhua original mide entre dos y cuatro metros de largo y se trabaja en troncos silvestres. La tradición dicta que se dibuje en ellas la genealogía de una familia", explica. Estas famosas tablas nacieron en Sarhua, una comunidad en Ayacucho que ha sido golpeada por el terrorismo. Tradicionalmente se regala durante el techado de una casa y la tabla se coloca en la viga principal del nuevo hogar. Luego se celebra con una fiesta, banda de música y chicha. Pero la tradición migró y se extendió a todos los rincones del país y ahora las personas buscan a Venuca para trabajos personalizados. Ella realiza tablas de Sarhua de diferentes tamaños y precios. Una puede medir entre 70 centímetros de alto y 13 centímetros de ancho. La idea es contarle la historia que se desea capturar y ella, con su arte, lo traduce en la tabla con dibujos hechos a mano y estética de Sarhua.
Venuca Evanán es una artista autodidacta. Dibuja y pinta en madera cosas cotidianas de la vida. Su arte se plasma en las tablas de Sarhua, que el arte de Ayacucho declaró Patrimonio Cultural de la Nación el 29 de octubre de 2018. Venuca lo hace rompiendo los moldes: usualmente son hombres quienes pintan estos paneles, y ella es una de las primeras mujeres en hacerlo. En ellos retrata la vida del migrante, el hombre y la mujer del campo, pero sobre todo visibiliza y empodera a las mujeres. Con su trabajo, Venuca Asunción Evanán Vivanco captura momentos. Reflexiona sobre nuestro entorno y muestra aquello que molesta a muchos. A mediados de 2020 creó la primera tabla de Sarhua donde narraba el amor entre dos personas del mismo sexo. La primera tabla temática LGTBIQ+ muestra a la pareja viajando por los Andes peruanos. Un arcoíris aparece en el cielo y el sol los ilumina. Como simbolismo: dos ríos se encuentran bajo una montaña, como su amor. Venuca dibuja en tablas de madera reciclada. Lo hace para cuidar el medio ambiente. "Una tabla de Sarhua original mide entre dos y cuatro metros de largo y se trabaja en troncos silvestres. La tradición dicta que se dibuje en ellas la genealogía de una familia", explica. Estas famosas tablas nacieron en Sarhua, una comunidad en Ayacucho que ha sido golpeada por el terrorismo. Tradicionalmente se regala durante el techado de una casa y la tabla se coloca en la viga principal del nuevo hogar. Luego se celebra con una fiesta, banda de música y chicha. Pero la tradición migró y se extendió a todos los rincones del país y ahora las personas buscan a Venuca para trabajos personalizados. Ella realiza tablas de Sarhua de diferentes tamaños y precios. Una puede medir entre 70 centímetros de alto y 13 centímetros de ancho. La idea es contarle la historia que se desea capturar y ella, con su arte, lo traduce en la tabla con dibujos hechos a mano y estética de Sarhua.
Julian Dupont trabaja alrededor del tema de la resolución de la artificialidad desde la pregunta por el perspectivismo de Abya-Yala. A través de la articulación contextual de la Escultura e Instalaciones performativas, se juega en la constante deformación de nuestro aparato conceptual como meta-ficción, dirigido hacia una resolución no identitaria; en resonancia vegetal como emancipación decolonial. Actualmente lleva a cabo los seminarios ‘Pedagogías del secreto’. en la Universidad Autónoma Indígena Intercultural del Consejo Regional Indígena del Cauca, en Popayán [Colombia]. Graduado en Filosofía, Arte y Pensamiento Social en EGS - The European Graduate School, con Catherine Malabou como directora de tesis, ha realizado exposiciones individuales como ‘UUS YAHTX’ en Popayán con la colaboración de la Guardia Indígena del CRIC en 2018, MAPARADOXTERRA en la Cinemateca del Museo La Tertulia en Cali (2013) con la asesoría de Wilson Díaz; y en colectivas como ‘MIAAU - EL CONCILIO DE LOS SUEÑOS’ en la 15 Bienal del Artes Mediales curada por Nicolle L’Huillier y Enrique Rivera, ’ARTIFACTS’ curada por Barbara Krulik & Mildred Durán en la galería Casa Hoffmann (2021), ‘MAGICAL OPERATIONS’ curada por Jorg Sanguino en la galería Wildpalms en Düsseldorf (2021), ’The long minute' curada por Bronwyn Lace en 'The Center for the Less good idea' en Sudáfrica (2020), y ‘Cuando los venenos son amargos’ en ARTBO curada por Helena Producciones (2019). Como parte de la visita del Consejo Regional Indígena del Cauca a Paris en Octubre de 2022, presentó ‘PEDAGOGIAS DEL SECRETO’, una instalación performativa en Cité Internationale des Arts en Paris.
Julian Dupont trabaja alrededor del tema de la resolución de la artificialidad desde la pregunta por el perspectivismo de Abya-Yala. A través de la articulación contextual de la Escultura e Instalaciones performativas, se juega en la constante deformación de nuestro aparato conceptual como meta-ficción, dirigido hacia una resolución no identitaria; en resonancia vegetal como emancipación decolonial. Actualmente lleva a cabo los seminarios ‘Pedagogías del secreto’. en la Universidad Autónoma Indígena Intercultural del Consejo Regional Indígena del Cauca, en Popayán [Colombia]. Graduado en Filosofía, Arte y Pensamiento Social en EGS - The European Graduate School, con Catherine Malabou como directora de tesis, ha realizado exposiciones individuales como ‘UUS YAHTX’ en Popayán con la colaboración de la Guardia Indígena del CRIC en 2018, MAPARADOXTERRA en la Cinemateca del Museo La Tertulia en Cali (2013) con la asesoría de Wilson Díaz; y en colectivas como ‘MIAAU - EL CONCILIO DE LOS SUEÑOS’ en la 15 Bienal del Artes Mediales curada por Nicolle L’Huillier y Enrique Rivera, ’ARTIFACTS’ curada por Barbara Krulik & Mildred Durán en la galería Casa Hoffmann (2021), ‘MAGICAL OPERATIONS’ curada por Jorg Sanguino en la galería Wildpalms en Düsseldorf (2021), ’The long minute' curada por Bronwyn Lace en 'The Center for the Less good idea' en Sudáfrica (2020), y ‘Cuando los venenos son amargos’ en ARTBO curada por Helena Producciones (2019). Como parte de la visita del Consejo Regional Indígena del Cauca a Paris en Octubre de 2022, presentó ‘PEDAGOGIAS DEL SECRETO’, una instalación performativa en Cité Internationale des Arts en Paris.
Julian Dupont trabaja alrededor del tema de la resolución de la artificialidad desde la pregunta por el perspectivismo de Abya-Yala. A través de la articulación contextual de la Escultura e Instalaciones performativas, se juega en la constante deformación de nuestro aparato conceptual como meta-ficción, dirigido hacia una resolución no identitaria; en resonancia vegetal como emancipación decolonial. Actualmente lleva a cabo los seminarios ‘Pedagogías del secreto’. en la Universidad Autónoma Indígena Intercultural del Consejo Regional Indígena del Cauca, en Popayán [Colombia]. Graduado en Filosofía, Arte y Pensamiento Social en EGS - The European Graduate School, con Catherine Malabou como directora de tesis, ha realizado exposiciones individuales como ‘UUS YAHTX’ en Popayán con la colaboración de la Guardia Indígena del CRIC en 2018, MAPARADOXTERRA en la Cinemateca del Museo La Tertulia en Cali (2013) con la asesoría de Wilson Díaz; y en colectivas como ‘MIAAU - EL CONCILIO DE LOS SUEÑOS’ en la 15 Bienal del Artes Mediales curada por Nicolle L’Huillier y Enrique Rivera, ’ARTIFACTS’ curada por Barbara Krulik & Mildred Durán en la galería Casa Hoffmann (2021), ‘MAGICAL OPERATIONS’ curada por Jorg Sanguino en la galería Wildpalms en Düsseldorf (2021), ’The long minute' curada por Bronwyn Lace en 'The Center for the Less good idea' en Sudáfrica (2020), y ‘Cuando los venenos son amargos’ en ARTBO curada por Helena Producciones (2019). Como parte de la visita del Consejo Regional Indígena del Cauca a Paris en Octubre de 2022, presentó ‘PEDAGOGIAS DEL SECRETO’, una instalación performativa en Cité Internationale des Arts en Paris.